Así está desapareciendo la selva maya en la Península de Yucatán

La construcción del Tren Maya se ha caracterizado por “la opacidad y el incumplimiento de la legislación ambiental”, ya que la mayoría de los trabajos se hicieron sin los estudios correspondientes de impacto ambiental

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La ONG analizó a través de imágenes satelitales el impacto de la deforestación en la Selva provocada por la construcción del Tren Maya. Crédito: Consejo Civil Mexicano para la Silvicultura Sostenible.
La ONG analizó a través de imágenes satelitales el impacto de la deforestación en la Selva provocada por la construcción del Tren Maya. Crédito: Consejo Civil Mexicano para la Silvicultura Sostenible.

La construcción del Tren Maya y otras obras en la zona como a la apertura del aeropuerto Felipe Carrillo Puerto en Tulum, han provocado que la selva maya, que abarca gran parte de la Península de Yucatán haya sido deforestada en más de 6 mil hectáreas, de acuerdo con una investigación de imágenes satelitales realizada por la Organización No Gubernamental (ONG) Consejo Civil Mexicano para la Silvicultura Sostenible.

De acuerdo con dicho estudio, a consecuencia de los trabajos realizados para la construcción de los tramos 5, 6 y 7 del proyecto Tren Maya el Gobierno Federal, promovente de la obra, junto con la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA), responsable de la ejecución del proyecto, deforestaron 6 mil 18 hectáreas de selva en el estado de Quintana Roo.

Datos generados a partir del análisis de imágenes satelitales de enero del 2024 a través del Sistema de Información de Cambios de la Cobertura Forestal en la Península de Yucatán (SICAMFOR), desarrollado por el Consejo Civil Mexicano para la Silvicultura Sostenible se logró detectar la pérdida de cobertura forestal en 2 mil 15.3 hectáreas en el tramo 5, que va de Cancún a Tulum; en el tramo 6, de Tulum a Chetumal, se destruyeron 2 mil 76 hectáreas; mientras que en el tramo 7, que recorre de Chetumal a Escárcega se deforestaron mil 927.2 hectáreas de selvas y otros ecosistemas forestales.

Además del desmonte del trazado de la ruta para la instalación de las vías del tren, se han deforestado terrenos para la apertura de bancos de materiales, de donde se han extraído grandes volúmenes de roca y sascab para la nivelación de los terrenos, lo que se considera un tipo de minería no metálica a cielo abierto. También se ha talado selva para la construcción de las estaciones, campamentos, bodegas, estacionamientos, talleres de servicio, pasos a desnivel, caminos de acceso y el aeropuerto de Tulum.

Las imágenes satelitales permitieron compara como se veía la selva antes de estas obras,  y el daño causado por las mismas. Crédito: Consejo Civil Mexicano para la Silvicultura Sostenible.
Las imágenes satelitales permitieron compara como se veía la selva antes de estas obras, y el daño causado por las mismas. Crédito: Consejo Civil Mexicano para la Silvicultura Sostenible.

La ONG señaló por medio de un comunicado de prensa que el Tren Maya se ha caracterizado por “la opacidad y el incumplimiento de la legislación ambiental”, ya que la mayoría de los trabajos en esta monumental obra, insignia del sexenio de Andrés Manuel López Obrador, se hicieron sin los estudios correspondientes de impacto ambiental.

“Cuando se inició la construcción del tramo 5 del proyecto, que va de Cancún a Tulum, la propia Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA), entidad responsable de la obra, reconoció que no contaba con la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) y que trabajaría con instituciones académicas para dar cumplimiento a la normatividad. Sin embargo, iniciar los trabajos sin la MIA ni la autorización de ésta por parte de la SEMARNAT constituye una violación flagrante de las leyes y por lo tanto de los derechos de las personas a contar con un medio ambiente sano” indicó el comunicado.

Al tiempo, el Consejo Civil Mexicano para la Silvicultura Sostenible indicó que un estudio elaborado por CartoCrítica y publicado en agosto de 2023, refiere que las obras y construcción del Tren Maya, hasta el momento del análisis, habían deforestado 6 mil 659 hectáreas, y el 67 por ciento de ésa superficie carecía de autorizaciones de Cambio de Uso de Suelo (CUSTF). Este hecho, de acuerdo a la ley ambiental vigente, está tipificado como un delito y la PROFEPA tenía la obligación de clausurar la obra.

La apertura de Bancos de Materiales para la extracción de roca es considerado un tipo de minería no metálica a cielo abierto, y contribuye a la deforestación y a la contaminación del terreno. Crédito: Consejo Civil Mexicano para la Silvicultura Sostenible.
La apertura de Bancos de Materiales para la extracción de roca es considerado un tipo de minería no metálica a cielo abierto, y contribuye a la deforestación y a la contaminación del terreno. Crédito: Consejo Civil Mexicano para la Silvicultura Sostenible.

Además, resaltó que este megaproyecto no solo constituye un servicio y un medio de transporte, sino que en sí mismo es un catalizador de la urbanización, de los desarrollos turísticos y favorecerá el crecimiento e interconexión de las industrias que en los últimos años han causado severos impactos al ambiente, como la agroindustria y el crecimiento de la industria porcícola y avícola que acapara el agua disponible y contamina uno de los acuíferos más importantes del país.

“Ese modelo de desarrollo ya probado en la península de Yucatán, ha llevado al empobrecimiento ambiental y a una creciente inequidad social en la región, exponiendo a los más vulnerables a pagar los enormes costos del deterioro ambiental sin recibir a cambio algo más allá que empleos precarios”.

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