Aunque muchas veces no lo sepamos, existen platillos mexicanos que han sobrevivido desde tiempos prehispánicos y que continúan siendo para importante de nuestra tradición gastronómica.
Y sin duda, en el pasado los platillos estaban pensados no solo para deleitar al paladar sino también para ser nutritivos y brindar beneficios a la salud de quienes lo consumían.
Es así que muchos platillos prehispánicos tenían objetivos específicos, tales como formar parte de rituales (los cuales incluso eran considerados sagrados), brindar energía o celebrar algún acontecimiento importante.
Es por eso que en este caso, te contamos sobre la sopa tarasca, la cual es un platillo ancestral, una receta tradicional del estado de Michoacán que solía ser usada para fortalecer el sistema inmune y para obtener energía cuando la persona debía realizar tareas pesadas.
La sopa tiene su nombre en honor a los tarascos, el grupo indígena dominante en la región de Michoacán antes de la llegada de los españoles. Los tarascos, también conocidos como purépechas, eran conocidos por su habilidad en la pesca y la agricultura y por haber desarrollado una cocina rica y variada.
Cuáles son los beneficios para la salud de consumir sopa tarasca
La sopa tarasca es un platillo nutritivo que puede ofrecer varios beneficios para la salud debido a sus ingredientes principales. A continuación, te resalto algunos de estos beneficios:
- Rico en antioxidantes: Los jitomates y el chile ancho contienen antioxidantes como el licopeno y la vitamina C, que ayudan a proteger las células del daño oxidativo y pueden reducir el riesgo de enfermedades crónicas.
- Fuente de fibra: Las tortillas de maíz y el aguacate son buenas fuentes de fibra dietética, lo cual favorece la digestión y ayuda a mantener niveles adecuados de colesterol y glucosa en sangre.
- Proteínas y calcio: El queso fresco es una fuente de proteínas de alta calidad y calcio, importantes para la salud muscular y ósea.
- Grasas saludables: El aguacate aporta grasas monoinsaturadas que son beneficiosas para el corazón y pueden ayudar a reducir el colesterol LDL (malo).
- Hidratación: Como la mayoría de las sopas, la sopa tarasca contribuye a la ingesta diaria de líquidos, ayudando a mantener una adecuada hidratación.
- Vitaminas y minerales: El epazote (si se usa) y otros ingredientes como la cebolla y el ajo aportan diversas vitaminas y minerales esenciales para la salud, incluyendo vitamina A, B6, C, E, y minerales como potasio y magnesio.
- Sistema inmunológico: Los ingredientes como el ajo y la cebolla tienen propiedades antimicrobianas y antiinflamatorias, lo cual puede fortalece el sistema inmune.
Cómo preparar una sopa tarasca
Si tu también quieres gozar de su delicioso sabor y obtener todos sus beneficios, aquí dejamos para ti una sencilla receta para que puedas realizarla.
Ingredientes:
- 4 jitomates
- 1 chile ancho
- 1/2 cebolla
- 2 dientes de ajo
- 4 tazas de caldo de pollo
- 2 tortillas de maíz
- Aceite vegetal
- Sal y pimienta al gusto
- 100 g de queso fresco desmoronado
- 1 aguacate
- Crema al gusto
- Tiras de tortilla fritas
- Ramas de epazote (opcional)
Instrucciones:
- Tostar y remojar el chile: Limpia el chile ancho, retirándole las semillas y las venas. Tuesta el chile ligeramente en un sartén. Después, remójalo en agua caliente durante 10-15 minutos hasta que se ablande.
- Asar y licuar: Asa los jitomates, la cebolla y los dientes de ajo en un sartén hasta que estén bien dorados. Luego, colócalos en una licuadora junto con el chile ancho remojado. Licúa hasta obtener una mezcla homogénea.
- Cocinar la mezcla: En una olla grande, calienta un par de cucharadas de aceite vegetal. Vierte la mezcla licuada y deja cocinar a fuego medio-alto por unos minutos, removiendo constantemente. Agrega sal y pimienta al gusto.
- Agregar el caldo: Añade el caldo de pollo a la olla, mezcla bien y deja hervir.
- Añadir las tortillas: Corta las tortillas en trozos pequeños. Fríelas en aceite hasta que estén crujientes y agrégalas a la sopa. Cocina a fuego lento por unos 10 minutos hasta que las tortillas se deshagan y espesen la sopa. Si quieres, añade ramas de epazote para darle más sabor.
Sirve la sopa caliente y decora con tiras de tortilla fritas, queso fresco desmoronado, rebanadas de aguacate y un poco de crema.