La residencia oficial de Los Pinos, que durante 84 años fue el hogar de 13 presidentes de México, lleva en su nombre una historia de amor que se remonta a los tiempos de Lázaro Cárdenas del Río, el presidente de la reforma agraria y la nacionalización de la industria petrolera. Cárdenas fue el primer jefe de Estado en habitar este espacio en 1934.
Durante esa época, la tradición dictaba que todos los presidentes del país debían vivir en el Castillo de Chapultepec junto a sus familias. Sin embargo, esta idea nunca fue del agrado de Lázaro Cárdenas, quien consideraba que el lugar representaba un exceso y un lujo. Cárdenas optó por trasladarse a un sitio menos ostentoso: el rancho conocido como “La Hormiga”, propiedad del gobierno de México. Dicho predio había sido expropiado durante la presidencia de Venustiano Carranza y hasta ese momento servía de vivienda para colaboradores cercanos debido a su ubicación estratégica cerca del castillo.
Durante la época colonial, el área donde se encuentra la residencia era conocida como Lomas del Rey, dedicada al emperador Carlos I de España. Allí se construyó un trapiche llamado “Molino del Rey”, donde el trigo se convertía en harina. Se cree que el terreno perteneció primero a Hernán Cortés y después pasó a manos de la Corona Española. Este sitio también es recordado por ser el lugar de la famosa batalla de Molino del Rey contra las tropas invasoras estadounidenses el 8 de septiembre de 1847.
A mediados del siglo XIX, el terreno fue adquirido por José Pablo Martínez del Río, un médico acaudalado de origen panameño pero de nacionalidad británica, quien construyó la “Casa Grande”, un chalet estilo inglés. La propiedad recibió el sobrenombre de “La Hormiga” por ser la más pequeña de sus propiedades. Posteriormente, el 23 de abril de 1917, Venustiano Carranza expropió la propiedad para utilizarla como casa de descanso para funcionarios del Estado, pese a las objeciones legales de los herederos de Martínez del Río. En febrero de 1923, tras un juicio testamentario, el entonces presidente Álvaro Obregón autorizó la compra del predio a la familia del médico.
El 30 de noviembre de 1934, al asumir la presidencia, Lázaro Cárdenas decidió no vivir en el Castillo de Chapultepec para abrirlo al público y convertirlo en museo. De esta manera, “La Hormiga” se convirtió en la nueva residencia oficial. Cárdenas renombró la nueva residencia como “Los Pinos” en honor al huerto donde conoció a su esposa, Amalia Solórzano, en Tacámbaro, Michoacán. El mandatario mandó sembrar numerosos pinos en todo el terreno, recordando aquel momento especial. La pareja se había casado dos años antes, el 25 de septiembre de 1932.
En Los Pinos, Cárdenas redactó los principales decretos de su gobierno, como la entrega de 22 millones de hectáreas a los trabajadores del campo y la restitución a la nación de su riqueza petrolera el 18 de marzo de 1938. En total, 13 presidentes y sus familias han vivido en Los Pinos, incluyendo a Manuel Ávila Camacho, Miguel Alemán Valdés, Adolfo Ruiz Cortines, Gustavo Díaz Ordaz, Luis Echeverría Álvarez, José López Portillo, Miguel de la Madrid, Carlos Salinas de Gortari, Ernesto Zedillo, Vicente Fox, Felipe Calderón y, finalmente, Enrique Peña Nieto.