Dos de cada tres colaboradores no están comprometidos con su trabajo: cómo motivar al equipo

El mundo se enfrenta a una crisis de salud y bienestar mental. Las enfermedades crónicas causan el 75% de todas las muertes a nivel mundial, y aunque pequeños cambios en el estilo de vida pueden prevenir el 80% de estas enfermedades, menos del 5% de las personas logran modificar sus hábitos con éxito. ¿Hay una solución? Sí, humanizar el enfoque de las empresas hacia los equipos.

La desconexión entre los beneficios ofrecidos por las empresas y las necesidades reales de los colaboradores es alarmante. Menos del 20% de los colaboradores utilizan los beneficios proporcionados por sus empleadores, y el 71% desconoce su existencia. Este desfase no sólo impacta negativamente en la salud y bienestar de los colaboradores, sino que también afecta la productividad y el compromiso laboral.

Dos de cada tres colaboradores no están comprometidos con su trabajo, según el informe de Gallup de 2023, lo que lleva a un fenómeno conocido como la “renuncia silenciosa”. Esta apatía generalizada está costando miles de millones a las empresas, y el estrés laboral es una pandemia oculta que afecta a todo el mundo.

El estrés laboral es un factor crítico: por ejemplo, en Estados Unidos, el 83% de los colaboradores informan sufrir de estrés relacionado con el trabajo. Solo en 2023, 47 millones de personas renunciaron voluntariamente a sus empleos, y en América Latina, el 34% de las enfermedades están relacionadas con la salud mental. Estos datos son un llamado a la acción para que las empresas reconsideren sus enfoques hacia la gestión de recursos humanos.

Las empresas pueden desempeñar un papel de cambio fundamental a través de sus programas de beneficios. Pero es esencial que estas iniciativas consideren las necesidades individuales de los colaboradores, incentivándolos a tomar acciones que mejoren su bienestar y recompensándolos por sus esfuerzos. La hiperpersonalización se presenta como una solución viable, inspirando a los colaboradores a realizar pequeños pero significativos cambios en sus estilos de vida.

Un enfoque más humano en la gestión de recursos humanos no solo beneficia a los colaboradores, sino también a las empresas. Un ambiente laboral que promueve la salud y el bienestar puede esperar un aumento en la productividad, una mayor retención de talento y una cultura organizacional más positiva. La adopción de prácticas más humanas y personalizadas es una inversión que se traduce en beneficios tangibles tanto para los colaboradores como para las empresas.

La desconexión entre los beneficios ofrecidos y las necesidades de los colaboradores subraya una crisis profunda en el enfoque actual de recursos humanos: menos del 20% de los colaboradores utilizan los beneficios que sus empleadores ofrecen. Este desfase está teniendo consecuencias críticas en la salud, productividad y compromiso de los colaboradores.

Es hora de que las empresas consideren nuevos enfoques en la gestión de recursos humanos. Un enfoque que priorice la salud y el bienestar de los colaboradores no es solo una cuestión de responsabilidad ética, sino también una estrategia inteligente de negocios. Las empresas que invierten en el bienestar de sus colaboradores, adaptando beneficios y programas a las necesidades individuales, verán mejoras significativas en la productividad, retención de talento y cultura organizacional.

Las empresas pueden liderar con el ejemplo y adoptar prácticas que realmente beneficien a sus colaboradores. Programas de beneficios personalizados, incentivos para el bienestar y un ambiente de trabajo que promueva la salud mental no son solo adiciones deseables, sino necesarias. El bienestar de los colaboradores debe ser una prioridad para cualquier organización que aspire a un éxito sostenido y significativo.

La transformación hacia unos “Recursos más Humanos” es una necesidad imperiosa en el actual panorama empresarial. Las empresas tienen la oportunidad y la responsabilidad de liderar este cambio, adoptando enfoques que promuevan un entorno laboral inclusivo y colaborativo. Entre las prácticas recomendadas se encuentran la implementación de políticas de flexibilidad laboral, el fomento de la comunicación abierta y el desarrollo de programas de capacitación que impulsen tanto las habilidades técnicas como las blandas de los colaboradores.

Esta transformación no solo mejorará la vida de los colaboradores, sino que también fortalecerá a las empresas, haciéndolas más resilientes y competitivas en un mundo en constante cambio. Renunciar a los viejos métodos y adoptar un enfoque más humano no es solo una opción; es el camino hacia un futuro más próspero y equitativo para todos.