La Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) ordenó este miércoles al Congreso de Yucatán la derogación de los artículos del Código Penal de la entidad que criminalizan el aborto, con lo que se logra la despenalización de esta práctica médica en el estado.
La Primera Sala de la SCJN aprobó so sólo conceder un amparo a la Asociación Civil Servicios Humanitarios en Salud Sexual y Reproductiva, sino que ordenó que en toda la entidad del sur del país se dejara de criminalizar el aborto.
La ministra Ana Margarita Ríos Farjat presentó ante la Primera Sala de la SCJN un proyecto en el cual la Asociación Civil, y con ella aquellas mujeres y personas con capacidad de gestar que sean asistidas y acompañadas por esta asociación, debían ser amparada ante los artículos 389, 390, 392 Y 393 del Código Penal del estado de Yucatán, los cuales criminalizan el aborto.
Sin embargo, los ministros que componen la Primera Sala pidieron que los efectos de este proyecto se extiendan a todo el estado, por lo que solicitaron que la interrupción del embarazo se despenalice en todo Yucatán. Ante esto, con tres votos a favor y dos en contra, el Congreso de Yucatán deberá derrogar los artículos antes mencionados de su Código Penal, conforme a los antecedentes y la determinación del Alto Tribunal.
Cabe resaltar que la propia Ríos Farjat, quien presentó el proyecto, votó en contra de esta resolución, ya que considera que el amparo sólo debía acotarse a la Asociación Civil.
“Yo estoy a favor del sentido del proyecto, pero en cuanto a los efectos, se había propuesto unos efectos acotados, la mayoría determinó que fueran extensos en relación con precedentes, se están presentando, entonces, extensos y yo estoy en contra de eso, me parece que deben ser acotados.” indicó la magistrada.
Actualmente en el país son 15 los estados en los que el aborto está despenalizado: Ciudad de México, Coahuila, Baja California, Baja California Sur, Colima, Hidalgo, Oaxaca, Veracruz, Quintana Roo, Guerrero, Aguascalientes, Sinaloa, Jalisco y Zacatecas.
Sin embargo, aún falta mucho camino por recorrer, ya que a pesar de los avances legales, el acceso a servicios seguros y gratuitos de aborto sigue siendo desigual. En muchas regiones, las mujeres enfrentan barreras significativas como la falta de clínicas, estigmatización y objeción de conciencia por parte de los profesionales de la salud.