Las autoridades mexicanas no pudieron detener en más de 50 años de vida criminal a Ismael El Mayo Zambada García, el exlíder del Cártel de Sinaloa que se escondía en la sierra pero que tenía su ‘paraíso’ y su principal centro de operaciones en una región entre Culiacán y Mazatlán.
Si hacemos caso a la versión difundida por la carta del Mayo Zambada, en la que apunta a una traición y secuestro en el rancho Huertos del Pedregal (una región vecina de Culiacán); entonces el capo sinaloense habría tenido que dejar su ‘zona segura’ para adentrarse en los territorios dominados por Los Chapitos, quienes presuntamente estarían en una reunión junto a Héctor Melesio Cuén y Rubén Rocha Moya.
Para acudir a dicha reunión, El Mayo Zambada tuvo que haber atravesado la frontera imaginaria entre el municipio de Eldorado y la comunidad de El Salado (perteneciente a Culiacán). Entre estas dos regiones su ubica un poblado conocido como La Loma, el cual, fuentes de InSight Crime identifican como el límite territorial de las facciones de Los Mayos y Los Chapitos.
En su investigación contenida en el libro El Traidor, la periodista Anabel Hernández recogió de Vicente Zambada Niebla (hijo del Mayo) el siguiente testimonio:
“Jesús Antonio Aguilar Íñiguez (Chuy Toño) era muy amigo de mi papá. Él estaba a cargo de toda la Policía Judicial del estado de Sinaloa, nos daba información y protección acerca de cualquier operativo policiaco en el estado. Tuve reuniones con él y con mi padre. Mi padre le dijo que quería que ubicaran a comandantes amigables que él conocía en las zonas donde él Mayo tiene su refugio: El Salado, Costa Rica, El Dorado y Cruz de Elota”.
La periodista enfatiza que El Mayo Zambada no sólo tenía en esa zona sus principales refugios -otros eran en el poblado de Vascogil, Durango- sino también sus bienes económicos, por lo que para mantener ese ‘paraíso’ dentro de Sinaloa, el capo pagaba en sobornos hasta un millón de dólares mensuales.
Refugio del Cártel de Sinaloa en manos de Morena
De los 20 municipios de Sinaloa, 15 serán gobernados por el partido Morena, 12 de ellos de manera individual y tres más en coalición con el Partido Verde Ecologista de México (PVEM). El Partido del Trabajo (PT), otro de sus aliados a nivel federal, gobernará en uno; Movimiento Ciudadano en uno; y la alianza PAN,PRI, PRD y PAS, lo hará en tres localidades.
Morena sólo perdió en los municipios de Angostura, Choix, Escuinapa (PT), Navolato y Elota; siento este último municipio el único ubicado dentro de la zona controlada por la facción del Cártel de Sinaloa comandada por El Mayo Zambada y su hijo, Ismael Zambada Sicairos, alias “El Mayito Flaco”.
La importancia de perder Elota para Morena radica en los señalamientos -realizados también por Anabel Hernández- que involucran sentimentalmente a su actual alcaldesa, Ana Karen Val Medina, con René Bastidas Mercado, alias “El 00″, presunto operador del Cártel de Sinaloa que habría financiado la campaña del gobernador Rocha Moya.
En Eldorado -según los resultados electorales- Morena arrasó con el 57.4 por ciento de los votos. En lo que respecta al territorio del otro lado de la frontera imaginaria, el comandado por Los Chapitos; el partido en el poder también ganó con holgura en Culiacán (49 %), cuna y sede de Iván Archivaldo y Jesús Alfredo Guzmán Salazar.
Los resultados se repiten en Badiraguato (43.8 %), lugar de nacimiento de Joaquín El Chapo Guzmán y del gobernador Rubén Rocha Moya; y otra región importante para el Cártel de Sinaloa: Mazatlán, donde la victoria vino con un 51 % de los votos. La única gran ciudad que perdieron fue Navolato, a manos del pan y con poco menos de dos puntos porcentuales.
Aunque la mayoría del estado se encuentra en manos de Morena, el grupo criminal que construyó a uno de los cárteles más poderosos del mundo está -según varias versiones- dividido por la presunta traición de los herederos del Chapo Guzmán al Mayo Zambada. Punteros y pistoleros custodian y vigilan a ambos lados de la frontera imaginaria.