Esta es la calificación que los expertos le ponen a la quesabirria, delicioso platillo tijuanense

Taste Atlas le da este número de estrellas a una de las preparaciones típicas de domingo

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Quesabirrias. foto: captura Youtube de cocina a cocina
Quesabirrias. foto: captura Youtube de cocina a cocina

La gastronomía mexicana es una rica amalgama de sabores, colores y tradiciones que reflejan la diversidad cultural del país. Reconocida como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO, la cocina mexicana tiene un origen en ingredientes autóctonos como maíz, frijoles y chile. Sin duda, una expresión viva de la identidad cultural del país, celebrada y apreciada en todo el mundo.

Entre los platillos emblemáticos se encuentran los tacos, versátiles y variados, los tamales, envueltos en hojas de maíz, y el mole, una compleja salsa que puede llevar más de 20 ingredientes. El pozole, un caldo de maíz con carne de cerdo o pollo, es otro clásico festejado en muchas celebraciones.

Uno de estos tradicionales platillos son las quesabirrias, platillo de Tijuana que se come en todo el país y que suele ser un clásico de los domingos de cruda. Taste Atlas, enciclopedia gastronómica que se encarga de calificar la cocina de todo el mundo tiene una opinión sobre las quesabirrias. Así las describe:

Quesabirria foto: la panza es primero facebook
Quesabirria foto: la panza es primero facebook

“La quesabirria es un plato popular de comida callejera mexicana, una fusión entre birria (un guiso de carne tradicional mexicano) y quesadillas. El plato es originario de Tijuana y normalmente consiste en tortillas grandes rellenas de carne cocida al estilo birria (generalmente carne de res) y una generosa cantidad de queso derretido”.

Y añade: “Las tortillas se cocinan en la estufa hasta que el queso se derrita y el exterior de la tortilla quede crujiente. La quesabirria suele ir acompañada de una guarnición de caldo o consomé para mojar, añadiendo otra capa de sabor al plato”.

Además, Taste Atlas les da a la quesabirrias la calificación de 4.6 estrellas de 5 y la coloca en los primeros lugares de la lista de los 100 mejores platillos mexicanos del mundo.

Además de las quesadillas, estas son delicias callejeras típicas para curar la cruda

Quesabirria foto: la panza es primero facebook
Quesabirria foto: la panza es primero facebook

1. Tacos de Barbacoa: Los tacos de barbacoa, generalmente hechos con carne de res o borrego cocinada lentamente en un horno bajo tierra, son una opción clásica para aliviar los efectos de una resaca. Se sirven con tortillas de maíz frescas y se acompañan con salsa, cebolla y cilantro. La grasa y la proteína ayudan a reponer energías y estabilizar el estómago.

2. Pozole: El pozole es un caldo tradicional preparado con maíz cacahuazintle y carne, que puede ser de cerdo, pollo o res. Suele ir acompañado de lechuga, rábano, orégano, cebolla y limón. Su caldo caliente y sus ingredientes nutritivos lo convierten en un remedio eficaz para la cruda, reponiendo líquidos y nutrientes esenciales.

3. Menudo: El menudo es una sopa elaborada con panza de res y un caldo rojo picante, enriquecida con hierbas y especias. Es altamente apreciada por sus propiedades reparadoras. Se suele servir con tortillas, cebolla, cilantro y orégano, ofreciendo un platillo sustancioso que ayuda a combatir los malestares de la resaca.

4. Chilaquiles: Los chilaquiles son un platillo tradicional mexicano hecho de totopos (trozos de tortilla frita) bañados en salsa verde o roja, y se sirven con carne de pollo, crema, queso, cebolla y a veces un huevo frito. Los carbohidratos y las grasas presentes en los chilaquiles son ideales para recuperar fuerzas y aliviar el malestar causado por la deshidratación.

5. Tacos de Carnitas: Las carnitas, que son trozos de cerdo cocidos lentamente hasta lograr una textura jugosa y crujiente, son otra opción popular. Servidos con tortillas de maíz y tradicionalmente acompañados de salsa, cebolla y cilantro, ofrecen una combinación de grasas y proteínas que ayuda a estabilizar el cuerpo y aliviar el estómago después de una noche de excesos.

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