Así fue la masacre de San Fernando en donde Los Zetas le arrebataron la vida a 72 migrantes

Este jueves se cumplirán 14 años desde que Los Zetas secuestraron y asesinaron a 72 migrantes en Tamaulipas, uno de los escenarios de la narcoguerra que se recrudeció en el año 2010

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(Foto: Fundación para la Justicia)
(Foto: Fundación para la Justicia)

Era la noche del 22 de agosto de 2010 cuando sujetos fuertemente armados interceptaron las camionetas en las que viajaba un grupo de migrantes de Centro y Sudamérica. Los criminales se identificaron como miembros de Los Zetas y les ofrecieron ‘trabajo’ a los viajeros en busca del ‘sueño americano; éstos se negaron y como respuesta obtuvieron cada uno un tiro en la cabeza: 58 hombres y 14 mujeres fueron las víctimas de la Masacre de San Fernando, Tamaulipas.

El año 2010 quedó marcado como uno de los más violentos en la historia de México, principalmente por dos razones: la ruptura de Los Zetas con el Cártel del Golfo y la guerra entre el Cártel de Sinaloa y el Cártel de Juárez, lo que dejó una ola de sangre en las fronteras de Chihuahua y Tamaulipas.

Los Zetas necesitaban nuevos reclutas para pelear con sus exaliados, por ello se presume que recurrieron al secuestro de migrantes para obligarlos a sumarse a sus filas: no morir o pelear una guerra entre criminales. Según datos de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, en 2010 se cometieron cerca de 20 mil secuestros de Migrantes en todo México.

Cuando los bajaron de las camionetas les ataron las manos y los llevaron hasta una bodega abandonada en el ejido El Huizachal; ahí les pidieron dinero, pero después de kilómetros de recorrido nadie traía; les ofrecieron ‘trabajo’, pero se negaron:

“Sólo recuerdo que se escucharon los lamentos y las súplicas de algunas de las personas que estaban ahí; luego oí disparos y cuando terminó todo y se fueron me levanté para pedir ayuda”: es el relato de Luis Freddy Lala, un ecuatoriano que sobrevivió a la Masacre de San Fernando.

Las fosas clandestinas de San Fernando

Fredy caminó varios kilómetros con una herida de bala que le entró por el cuello y le salió por la mandíbula; mientras asesinaban a sus compañeros de travesía, él fingió su muerte, no se movió hasta que Los Zetas se fueron del lugar de la masacre. No iba sólo, con él caminaba Noé, el segundo sobreviviente.

Fredy y Noé se separaron después de varios kilómetros; el primero logró dar aviso a personal de la Secretaría de Marina, quienes de inmediato se movilizaron para encontrar la bodega con los cuerpos de los 72 migrantes: para entonces ya era el 24 de agosto de 2010.

La Masacre de San Fernando puso a Tamaulipas en la mira de la prensa internacional. En el ámbito local, provocó una intensa movilización de elementos de seguridad en la zona y el inicio de carpetas de investigación por las múltiples denuncias de personas desaparecidas cerca de la frontera con Estados Unidos.

La masacre de Tamaulipas conmocionó
La masacre de Tamaulipas conmocionó al mundo

En medio de las investigaciones, el 24 de marzo de 2011 el soldado José Antonio Huarache Julio, destacado en el municipio de Reynosa, pidió permiso a sus superiores para trasladarse a la Ciudad de México: era su boda.

Marcela Turati narró la historia de Huarache Julio en su libro San Fernando: la última parada; ahí cuenta que el soldado se casó el 26 de marzo y el lunes 28 tomó un autobús con destino a Tamaulipas; sin embargo, el camión fue secuestrado mientras circulaba por San Fernando.

La desaparición del militar provocó que sus superiores ordenaran el despliegue de más elementos para buscar en la zona, gracias a esto, el 1 de abril de 2011 fueron encontradas 48 fosas clandestinas con los cuerpos de 196 migrantes de diferentes nacionalidades.

Hoy, apunto de cumplirse 14 años desde la Masacre de San Fernando, la Fiscalía General de la República (FGR) informó sobre las sentencias de 50 años de prisión que recibieron 11 exintegrantes de Los Zetas que participaron en los hechos ocurridos entre la noche del 22 y la madrugada del 23 de agosto de 2010.

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