Ha pasado un mes desde la detención de Ismael ‘El Mayo’ Zambada y Joaquín Guzmán López en El Paso, Texas, y el temor sobre un posible enfrentamiento armado entre las facciones del Cártel de Sinaloa (CDS) continúa en aumento.
De acuerdo con múltiples investigaciones periodísticas y declaraciones anónimas de presuntos miembros de la organización criminal, la guerra entre Los Chapitos y La Mayiza ―la facción de ‘El Mayo’― es inminente. Por ejemplo, según reveló en días pasados un miembro del CDS al periodista José de Córdoba, en The Wall Street Journal (WSJ), ambas facciones han comenzando a reclutar hombres a sus filas y a adquirir armas de fuego.
“Afirma que Los Chapitos pueden contar con un ejército de hasta 5 mil sicarios. (Mientras tanto) El hijo y heredero aparente de Zambada, Ismael ‘Mayito Flaco’ Zambada, no tiene tantos pistoleros, pero podría recurrir a las alianzas que su padre hizo con otros grupos criminales a lo largo de sus 50 años de carrera”, indicó.
Por su parte, Insight Crime señaló que en algunas zonas de Sinaloa, como en la comunidad rural de La Loma, Culiacán, se ha registrado la presencia de “halcones”, quienes vigilan de manera minuciosa la entrada y salida de las y los habitantes, listos para informar sobre cualquier movimiento sospechoso.
Por si fuera poco, los reportes indican que luego de que Zambada García confirmó haber sido secuestrado y entregado a las autoridades del país de las barras y estrellas por el hijo de Joaquín Guzmán Loera, su antiguo socio, la tensión incrementó, lo que incluso ha ocasionado la movilización del gobierno federal y estatal.
Culiacán, bajo el cuidado de mil militares
Derivado de los constantes rumores y la vinculación de 10 asesinatos recientes con la detención de ambos líderes del Cártel de Sinaloa ―confirmado por el gobernador Rubén Rocha Moya―, la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) envió un nuevo grupo de 600 militares para reforzar la seguridad.
Destaca que, con este nuevo envío, suman ya un total de mil miembros del Ejército Mexicano desplegados tras la caída de Zambada García y Guzmán López, luego de que el 26 de julio llegaran 200 y el 28 del mismo mes arribaran otros 200 agentes de élite, pertenecientes al Cuerpo de Fuerzas Especiales y de la Brigada de Fusileros Paracaidistas.
“Yo le pedí al presidente (Andrés Manuel López Obrador) que nos ayudará a cuidar a los sinaloenses por posibles secuelas. Se lo pedí y muy probablemente lo haya hecho”, reveló Rocha Moya durante la tarde del 20 de agosto, según reportó el medio local Línea Directa.
Adicionalmente, el gobierno estatal dio a conocer que la Guardia Nacional (GN) se ha sumado a los operativos de seguridad.
Según refieren distintos medios locales, la mayoría de los militares realizan tareas de vigilancia en las calles, mientras otros tantos permanecen ubicados en puestos de control fijos, principalmente en los accesos de las fronteras norte y sur de la entidad.