La alimentación básica del mexicano está llena deliciosas joyas nutricionales que destacan por sus beneficios a la salud, tales como el maíz, el chile, la chía y, por su puesto, los frijoles.
Como sabemos, existen diferentes especies de frijoles, de los cuales varían ligeramente su color y sabor y queremos destacar al llamado oro negro mexicano que, como su nombre lo dice, nos referimos los frijoles negros.
Y es que este tipo de frijol es un tipo de legumbre ampliamente cultivada y consumida en México, donde son reconocidos por su color oscuro, sabor suave y textura cremosa.
Estos frijoles son versátiles y se utilizan en una variedad de platos, desde sopas y guisos hasta ensaladas y acompañamientos debido a que son una excelente fuente de proteínas vegetales, esenciales para la construcción y reparación de tejidos en el cuerpo.
Además, son ricos en fibra dietética, lo que contribuye a una digestión saludable, previene el estreñimiento y ayuda a controlar los niveles de azúcar en la sangre, entre muchos otros beneficios de los que te hablamos a continuación.
Cuáles son los beneficios de consumir frijoles negros
Como mencionamos antes, los frijoles negros son una fuente rica en nutrientes y ofrecen múltiples beneficios para la salud, entre los cuales destacan los siguientes:
1. Alta en proteínas y fibra: Los frijoles negros son una excelente fuente de proteínas vegetales, esenciales para desarrollar y reparar tejidos corporales. Además, son ricos en fibra, lo que ayuda a mantener el sistema digestivo saludable, previene el estreñimiento y mejora la saciedad, ayudando en el control del peso.
2. Buenas para el corazón: Al ser bajos en grasa y sin colesterol, los frijoles negros contribuyen a mantener niveles saludables de colesterol en la sangre. Además, contienen compuestos como flavonoides y antioxidantes que ayudan a reducir la inflamación y el riesgo de enfermedades cardíacas.
3. Regulación del azúcar en la sangre: La fibra soluble y el índice glucémico bajo de los frijoles negros ayudan a estabilizar los niveles de azúcar en la sangre, siendo beneficiosos para personas con diabetes o que buscan reducir el riesgo de desarrollarla.
4. Ricos en micronutrientes: Estos frijoles son fuente de importantes vitaminas y minerales como el hierro, magnesio, potasio, ácido fólico y vitamina B6. El hierro es crucial para la formación de glóbulos rojos, mientras que el magnesio y el potasio son esenciales para la función muscular y nerviosa. El ácido fólico es vital durante el embarazo para prevenir defectos del tubo neural.
5. Propiedades antioxidantes: Contienen antocianinas y otros compuestos antioxidantes que combaten el daño celular causado por los radicales libres, ayudando a reducir el riesgo de varios tipos de cáncer y envejecimiento prematuro.
6. Ayuda a desintoxicar el organismo: Aunque muchas personas no lo saben, los frijoles contiene molibdeno, un mineral poco conocido cuya función principal es desintoxicar al organismo del sulfito proveniente de distintos alimentos, como los embutidos (salchichas, jamones, etc.)
7. Económicos y versátiles: Los frijoles negros no solo son accesibles económicamente, sino que también pueden incorporarse en una amplia variedad de platos, desde ensaladas y sopas hasta guisos y platos principales, haciendo más fácil seguir una dieta saludable.
Cómo preparar unos deliciosos frijoles negros para obtener sus beneficios
Ingredientes:
- 1 taza de frijoles negros secos
- 4 tazas de agua
- 1 cebolla pequeña, finamente picada
- 2 dientes de ajo, picados
- 1 hoja de laurel
- Sal al gusto
- Pimienta al gusto
- Aceite de oliva (opcional)
Instrucciones:
- Remojo: Lava los frijoles secos y colócalos en un recipiente grande con agua suficiente para cubrirlos completamente. Déjalos en remojo durante al menos 8 horas o durante la noche. Este paso ayuda a reducir el tiempo de cocción y mejora la digestión.
- Cocción: Escurre los frijoles remojados y colócalos en una olla grande con 4 tazas de agua fresca. Agrega la cebolla picada, el ajo y la hoja de laurel.
- Hervir: Lleva la olla a ebullición a fuego alto. Una vez que hierva, reduce el fuego a medio-bajo y cocina a fuego lento durante aproximadamente 1-2 horas, o hasta que los frijoles estén tiernos. Revuelve ocasionalmente y añade más agua si es necesario.
Una vez que los frijoles estén tiernos, añade sal y pimienta al gusto. Si prefieres, puedes añadir un chorrito de aceite de oliva para darle un sabor adicional y no queda más disfrutar y obtener sus increíbles beneficios.