Desde que comenzó la guerra en Ucrania en febrero de 2022, la psicóloga Karina Velasco tomó la difícil decisión de quedarse en el país de su esposo para que su hija de pocos meses de nacida crecieran con su figura paterna; sin embargo, tuvo que regresar a su natal Xalapa, Veracruz, ciudad en la que tuvo que comenzar de nuevo.
Antes de irse a vivir a Ucrania, la especialista en psicología donó o prestó la mayoría de sus cosas, así que fue como establecerse desde cero, para fortuna de Karina, sus padres y amistades le dieron lo necesario para volver a iniciar, específicamente muebles para su clínica en la que da consultas, ya que su prioridad será su ejercicio profesional.
A pesar de que la psicóloga y neurocientífica Karina Noemí Velasco Guzmán fue testigo del asesinato de civiles y vio de cerca los bombardeos por la guerra en Ucrania, no tiene ningún problema en hablar abiertamente de este suceso con sus seres queridos o ex pacientes.
En un video de YouTube, la especialista en neurociencias relató que lo más difícil en su regreso a México fue decir adiós a la vida que conocía y que se vio interrumpida por el conflicto armado, además de que piensa constantemente en que México no está excento de varios tipos de violencia.
“Fue todo un show, mi esposo se quedó sin trabajo, fue complicado que saliera del país y de hecho estuvo en la cárcel fronteriza tres días. Fue complicado, lo trataron bien, sin ningún problema, me da muchos sentimientos encontrados porque allá se quedaron sus padres y amigos nuestros(...) desde el 2 de abril estamos en México”.
Esta situación genera incertidumbre en la familia, ya que su pareja es muy nacionalista y tanto a ella como a él les dolió tener que irse del lugar en donde planeaban pasar toda la vida juntos. Además, la psicóloga es consciente de que en México también hay manifestaciones de violencia grave como el crimen organizado.
“Estoy feliz de que mi esposo esté acá, pero entiendo la otra parte, me gusta México y soy mexicana pero sé que existe la corrupción, la trata de blancas y en caso de mi esposo es muy nacionalista y ama su país, hemos donado al ejército, estuvimos todo el tiempo que pudimos en la guerra, lo cual es difícil, pero decidí quedarme porque sé lo importante que es la figura paterna en los primeros años de vida”, dijo.
Karina antes de salir de Ucrania
La originaria de Veracruz vivió durante poco más de dos años una situación desesperante en Zhitómir, una ciudad ubicada a unos 140 kilómetros de Kiev, la capital de Ucrania. Desde el inicio de la invasión rusa en febrero de 2022, Karina ha compartido mediante sus redes sociales su difícil experiencia como mexicana atrapada en un conflicto armado, junto a su esposo ucraniano y su beba.
En su momento, explicó en un video las motivaciones por las que decidieron permanecer ahí: “Preferimos morir y pasar a la historia como luchadores, que desaparecer y que nos olviden después”.
Durante todo ese tiempo, Velasco Guzmán aprovechó sus redes sociales para documentar su vida diaria durante el conflicto.
En un video compartido en marzo de 2022, relató: “Sonó la alarma. Mi bebé estaba durmiendo. Anoche nos bombardearon. A sólo dos kilómetros de aquí cayó una bomba e impactó a un hospital y a casas de civiles. No es seguro salir. Nos queda estar ‘embunkerados’”. Esta descripción refleja la constante amenaza a la que están sometidos los civiles en Zhitómir y otros lugares de Ucrania.
El 3 de marzo de 2022, el presidente ucraniano Volodimir Zelensky anunció que cerca de 9000 soldados rusos habían muerto en los combates, mientras que el Servicio Estatal de Emergencia de Ucrania informó que más de 2000 civiles ucranianos habían fallecido desde el 24 de febrero. En relación a las preocupantes cifras, Karina afirmó en uno de sus videos: “Estamos en guerra, seguimos en guerra, pero no nos vamos a detener”.
La situación se tornaba cada vez más difícil con la falta de insumos básicos. Karina llegó a explicar que cuando podían salir a la calle, procuraban acudir a las pocas tiendas que dan servicio para adquirir alimentos no perecederos; in embargo, ella misma describía así las dificultades a Infobae México:
“Los estantes vacíos, conforme pasan los días, se multiplican (...) a situación en la ciudad y región de Zhitómir se ha agravado de tal manera que empezamos a tener problemas serios con la comunicación y constantes alarmas de ataque aéreo”.
Sin embargo ahora comienza una nueva etapa para su familia en México y como profesional de la salud mental quiere ofrecer sus servicios al mismo tiempo que que quiere pasar la página del fuerte conflicto que aún se vive en Ucrania por parte de Rusia y que no parece que vaya a tener un cese al fuego pronto.