Cuatro millones de dólares, equivalentes a 74 millones y medio de pesos, era la cantidad que el Departamento de Estado de Estados Unidos ofrecía desde abril de 2023 por información para capturar a Martín García Corrales, uno de los tres hombres presuntamente ejecutados y hallados recientemente en el municipio de Elota, Sinaloa.
También conocido con los alias de ‘Tano’ y ‘Cachuchas’, García Corrales era identificado por la Administración de Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés) como un importante colaborador del Cártel de Sinaloa, cercano a Ismael ‘El Mayo’ Zambada y, anteriormente, a Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán.
Específicamente, las autoridades estadounidenses ubicaban a Martín García Corrales como el responsable de supervisar operaciones de tráfico de fentanilo y de proporcionar seguridad al grupo criminal.
Desde el 4 de abril de 2023 se hizo pública una acusación de la Corte del Distrito Sur de Nueva York en la que ‘Tano’ era señalado por los delitos de conspiración para traficar e importar fentanilo, posesión de ametralladoras y dispositivos destructivos, conspiración para poseer armamento de alto calibre y conspiración para lavar dinero.
“En noviembre de 2022, Martín García Corrales y un colaborador se reunieron en un restaurante de Mazatlán, donde García Corrales accedió a comprar cientos de fusiles automáticos y otras armas, incluyendo granadas, a cambio de cargamentos de fentanilo que serían importados y distribuidos en Estados Unidos”, establece una de las imputaciones en contra de ‘Tano’.
Asimismo, se presume que en septiembre de ese mismo año habría facilitado la entrega de aproximadamente un kilogramo de fentanilo en un domicilio no especificado de California.
Sumado a ello, los expedientes del Departamento de Justicia de Estados Unidos precisan que en una reunión en Mazatlán, Martín García Corrales le aseguró a sus socios que él y su hermano Leobardo, alias ‘Leo’ habrían sido responsables de resguardar a ‘El Chapo’ en uno de sus ranchos cuando escapó de prisión por primera vez.
Como parte de sus actividades criminales conjuntas, los hermanos García Corrales también se desempeñaban como socios de Los Chapitos y estaban a cargo de las operaciones de laboratorios de fentanilo en Oaxaca.
“Usan las ganancias provenientes de la venta de fentanilo para adquirir rifles automáticos, granadas y otras armas”, aseguró el Departamento del Tesoro de EEUU en un comunicado.
Reportes preliminares compartidos por medios de Sinaloa, refieren que Martín García Corrales y otros dos individuos fueron hallados muertos el sábado 17 de agosto sobre la carretera que conecta a Elota con el municipio de Cosalá. Las tres víctimas, cuya identificación oficial se mantiene pendiente, estaban maniatadas, tenían los ojos cubiertos con cinta adhesiva y presentaban aparentes signos de tortura.