Cada 17 de agosto se conmemora el Día Mundial del Peatón con el objetivo de crear conciencia sobre la importancia de la seguridad y los derechos de los transeúntes en las vías públicas.
Esta fecha se instauró en conmemoración del primer incidente de tráfico registrado en el mundo, para resaltar la importancia y necesidad de generar espacios urbanos más seguros así como accesibles para todos.
En lugares como la Ciudad de México, donde la congestión vehicular y los accidentes de tránsito son frecuentes, es vital reconsiderar las políticas de movilidad y fomentar un ambiente donde peatones y vehículos coexistan de manera más armoniosa y segura.
En un contexto donde la mayoría de los desplazamientos diarios se realizan a pie, el Día Mundial del Peatón invita a reflexionar sobre las acciones que pueden tomar tanto autoridades como ciudadanos para mejorar la infraestructura urbana.
Desde la implementación de cruces seguros y semáforos peatonales, hasta campañas de educación vial, este día es una oportunidad para promover un cambio cultural que priorice la vida y el bienestar de quienes caminan por las calles.
A través de estas iniciativas, se busca reducir los accidentes de tráfico y construir ciudades más inclusivas, así como más habitables para todos.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) destaca la importancia de un enfoque sistémico para unir el sector salud, el transporte y el desarrollo urbano.
¿Por qué se celebra el Día Mundial del Peatón?
El origen de esta fecha se remonta al año 1897, cuando ocurrió un accidente de tránsito en Londres, según relatan la revista global de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Bridget Driscoll, una chica londinense, fue la primera víctima mortal de la que se tiene registro, tras ser arrollada por un vehículo.
Su muerte marcó un punto de partida para remarcar la importancia de una cultura vial en las ciudades más transitadas, décadas más tarde la OMS eligió el 17 de agosto para conmemorar el Día Internacional del Peatón, según explica la revista Global de la UNAM.
De acuerdo con el artículo “El día mundial del peatón” publicado por la UNAM, cada 23 segundos alguien pierde la vida en el mundo debido a un accidente de tránsito.
“Esto equivale a aproximadamente 1.3 millones de vidas anualmente, con entre 20 y 50 millones de personas enfrentando lesiones no mortales, muchas de las cuales resultan en discapacidades”, se puede leer en la publicación.
Dicho esto, los accidentes automovilísticos son una de las principales causas de mortalidad entre jóvenes de 5 a 29 años.
Los peatones son el grupo más vulnerable en la Pirámide de Movilidad, junto con los ciclistas, que representan el 26% de las muertes relacionadas a los accidentes viales.
¿Qué es la pirámide de movilidad y por qué es importante conocerla?
Es una herramienta que organiza y prioriza los distintos modos de transporte según su sostenibilidad y eficiencia.
En la base de la pirámide se encuentran los modos más sostenibles, como caminar y andar en bicicleta, seguidos del transporte público y en la cúspide se encuentran los modos menos sostenibles como el automóvil privado y los vehículos de carga.
Este orden pretende fomentar un desarrollo urbano sostenible y más equilibrado, poniendo énfasis en las alternativas de transporte que generen un menor impacto ecológico y mayores beneficios sociales.
Además, la pirámide de movilidad tiene un impacto directo en la equidad social. Al priorizar modos de transporte accesibles y económicos, se facilita la movilidad de todos los sectores de la población, especialmente aquellos más vulnerables que no tienen acceso a un automóvil.
Ello contribuye a una mayor inclusión social y a una distribución más equitativa de los recursos urbanos. Finalmente, esta herramienta fomenta hábitos de vida más saludables.
Al promover el uso de transporte activo, como caminar y andar en bicicleta, se incentiva la actividad física diaria, lo que puede reducir problemas de salud relacionados con el sedentarismo.
En resumen, la pirámide de movilidad es esencial para una gestión urbana que busca ser más sostenible, equitativa y saludable para todos los ciudadanos.