Autoridades de Sonora detienen a 7 menores de edad; presuntamente serían sicarios

Para los tres niveles de gobierno, combatir el crimen en Sonora es uno de los temas urgentes, especialmente por la presunta la participación de menores de edad en actividades ilícitas relacionadas con el narcotráfico, lo que ha llevado a reportar la detención de siete niños en dos municipios donde se llevaron a cabo operativos con el fin de desarticular a las bandas criminales.

De acuerdo con lo expuesto por las dependencias que forman parte de la Mesa de Seguridad Estatal, tan solo el pasado 7 de agosto del presente año se ejecutó una orden de cateo en un inmueble del municipio de Santa Ana donde fue posible la aprehensión de 19 personas señaladas por privación de la libertad.

Tras recibirse la denuncia, se dio inicio a las averiguaciones llevado a ubicar un inmueble de la calle Artículo 70 perteneciente a la colonia Bella Vista. Ahí se lograron las detenciones previamente descritas y en las cuales trascendió la de cuatro menores de edad y quienes presuntamente habrían incurrido en actividades ilícitas.

Al momento, no se ha definido la participación de los infantes dentro de la banda delictiva acusada de reclutar personas para dedicarse a actividades ilegales. Solo se remarcó que dos masculinos, identificados como Joset Omar ‘N’ y José Osvaldo ‘N’ fueron liberados durante la operación.

La Agencia Ministerial de Investigación Criminal (AMIC) reveló que, en el marco de las detenciones tras el cateo al inmueble descrito, fueron aseguradas armas de fuego, en específico dos rifles de alto calibre, un vehículo de la marca Nissan Tsuru, así como una camioneta negra Jeep Grand Cherokee y otra tipo pick up Dodge que habría sido sustraída en suelo estadounidense. Todo esto se ha presumido, podría ser usado para cometer crímenes dentro del estado.

Por si la detención de los cuatro menores de edad en Santa Ana no fuera suficiente, el 11 de agosto se consiguió ubicar otra banda delictiva donde tres infantes más fueron puestos bajo disposición de las autoridades al ser vinculados con el crimen organizado.

Los hechos sucedieron en el municipio de Átil donde miembros de la Guardia Nacional (GN) en conjunto con la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) desarticularon una célula criminal permitiendo a la vez la detención de un adulto, así como equipo táctico. En el caso de los menores antes descritos, se presumió que habrían sido reclutados por el crimen organizado, lo que se ha denunciado, ha sido un hecho recurrente en la entidad.

La presencia de menores de edad en células delictivas apunta a la presencia de diversos factores, los que contribuyen a esta problemática, entre ellos la pobreza, la falta de oportunidades, la deserción escolar y la desintegración familiar. Los grupos criminales aprovechan la vulnerabilidad de los jóvenes, ofreciéndoles dinero fácil, protección o un sentido de pertenencia. Es así como muchos menores terminan involucrados en el tráfico de drogas, el tráfico de armas, la extorsión e incluso el homicidio.

Las autoridades mexicanas han implementado diversas estrategias para combatir este problema, incluyendo programas de prevención, operativos de seguridad y persecución de los delitos, sin embargo, la problemática persiste, lo que exige un esfuerzo conjunto entre el gobierno, la sociedad civil y las familias para brindar a los jóvenes alternativas reales y alejarlos de la influencia del crimen organizado.

Sonora, por su ubicación geográfica como estado fronterizo con Estados Unidos, se ha convertido en un punto estratégico para las rutas del narcotráfico. La presencia de organizaciones criminales dedicadas a la producción, tráfico y trasiego de drogas, principalmente marihuana y metanfetaminas, ha generado un clima de violencia e inseguridad en la región.

La disputa por el control territorial y las rutas de distribución hacia Estados Unidos ha provocado enfrentamientos armados entre grupos criminales, así como entre éstos y las fuerzas de seguridad. Esto ha resultado en un aumento de la violencia homicida en la entidad, afectando a la población civil y generando un ambiente de temor e impunidad.