En medio de la creciente demanda por alternativas accesibles de vivienda en China y otros países, la marca Vessel ha emergido como líder en la producción y comercialización de casas prefabricadas.
Estas viviendas modulares, reconocidas por su practicidad y precios asequibles, han captado la atención de aquellos que buscan opciones de vivienda sin comprometer su economía.
Vessel, se ha extendido su presencia internacional y recientemente ha comenzado a operar en el estado de Nuevo León, México.
La empresa ofrece viviendas modulares con precios que oscilan entre los 970 mil y 1.2 millones de pesos mexicanos. Estas casas tienen tamaños que van desde los 19 hasta los 38 metros cuadrados, lo que las hace una opción compacta y accesible, aunque no precisamente espaciosas.
¿Qué señala el Infonavit?
Sin embargo, para muchos, representan una oportunidad para adquirir un hogar a precios considerablemente más bajos que las opciones tradicionales.
Uno de los aspectos que más ha llamado la atención es la propuesta de Vessel de establecer un convenio con el Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores (Infonavit), lo que permitiría a los trabajadores formales en México obtener créditos para adquirir estas viviendas.
Este movimiento podría facilitar enormemente el acceso a las casas prefabricadas de Vessel, al brindar a los trabajadores la posibilidad de financiar su compra mediante créditos accesibles. Sin embargo, a pesar de las oportunidades que presenta Vessel, también existen ciertos desafíos y controversias.
Simón Levy, representante de la empresa, señaló que las casas Vessel no se consideran bienes inmuebles, sino bienes muebles, lo que implica que no se pueden escriturar, sino que se facturan como cualquier otro producto.
Esto plantea una situación legal interesante, ya que actualmente no existe una regulación específica para este tipo de viviendas, aunque Levy asegura que pronto la habrá.
Según sus palabras en la red social X (anteriormente conocida como Twitter), “los gobiernos o se vuelven amigos de estas soluciones o enemigos de ellas”, destacando que Vessel está a la vanguardia en la producción de estas casas prefabricadas.
Otra diferencia clave es que, al tratarse de bienes muebles, la compra de una casa Vessel implica el pago de IVA. Sin embargo, si la adquisición se realiza a través de una persona moral, el IVA puede ser deducible. Además, a diferencia de las casas tradicionales, donde se paga el Impuesto sobre la Renta (ISR), este tipo de viviendas prefabricadas no está sujeto a dicho impuesto, lo que representa una ventaja fiscal para algunos compradores.
Vessel ha llegado a México con una propuesta innovadora que promete revolucionar el mercado inmobiliario. Con precios accesibles, una estructura legal en evolución y beneficios fiscales, estas casas prefabricadas ofrecen una opción atractiva para quienes buscan una solución de vivienda práctica y económica.