Este fue el incidente por el que Hernán Cortés estuvo a punto de morir

Hernán Cortés llegó a México el 21 de abril de 1519 y atracó sus embarcaciones frente a la costa de Chalchicueyecan, en el actual estado de Veracruz. Dos años más tarde los españoles derrotaron Tenochtitlan, la ciudad más importante del centro del país y que tenía bajo su yugo a decenas de pueblos.

Tras la caída de los mexicas, el español recorrió otras partes de México, buscando poder y riqueza. En su recorrido no estuvo exento de obstáculos, incluido un incidente por el que estuvo a punto de morir.

De acuerdo con Xavier López-Medellín, investigador de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos, el español tenía planeado producir seda en Yautepec, por lo que mandó a plantar árboles de mora para alimentar los gusanos. En uno de los recorridos por las plantaciones ocurrió el hecho que casi le cuesta la vida.

Los registros históricos apuntan a Cortés fue picado por un alacrán mientras paseaba entre los árboles frutales a bordo de Cordobés, uno de sus caballos.

Después de ser atacado, el conquistador español enfermó de gravedad, por lo que se encomendó a la Virgen de Guadalupe. Tras varios días, mejoró bajo los cuidados de curanderos de la región.

En agradecimiento a la Virgen mandó a hacer un exvoto, para conservar en su interior el cuerpo del alacrán que estuvo cerca de asesinarlo.

Según información consultada por el divulgador cultural Enrique Ortiz, fray Francisco de San Joseph describió la joya como una pieza de oro con mosaico azul, verde y amarillo.

La joya tenía también 43 esmeraldas, algunas labradas en inusuales formas y cuatro perlas: dos colgantes y el resto atrapadas en las garras del alacrán.

Poco después del incidente, Cortés viajó a España y entregó el exvoto en el Monasterio de Guadalupe. La joya estuvo ahí hasta 1835, año en que los jerónimos fueron expulsados del recinto religioso.

El valioso objeto se perdió durante la desamortización de Mendizábal, aunque existe documentación detallada sobre ella en los inventarios del Monasterio de Guadalupe en España, según información de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

En tanto Hernán Cortés murió el 2 de diciembre de 1547 en Castilleja de la Cuesta, cerca de Sevilla, España. Su fallecimiento se debió a complicaciones de salud a causa de una hidropesía, una condición médica caracterizada por la acumulación excesiva de líquidos en el cuerpo, conocida hoy como edema.

Sus últimos años estuvieron marcados por disputas con otras autoridades españolas por el reconocimiento de sus derechos y méritos.

El anhelo de Cortés siempre fue regresar a Nueva España y vivir en la ciudad que él mismo había mandado construir. Sin embargo, los conflictos relacionados con su residencia nunca se resolvieron, lo que le impidió regresar al nuevo continente.