A unas horas del estreno del nuevo sencillo de Belinda, la artista pop compartió en Instagram dos posibles portadas de “La Mala”. En ambas, se incluye la leyenda ‘Parental Advisory Explícit Content’ (Advertencia para padres: contenido explícito), símbolo que ha captado la atención de sus millones de seguidores.
El aviso ha incrementado las expectativas que sus fans tienen sobre el rumbo musical que trazará su nuevo sencillo. De acuerdo con un teaser que Belinda compartió en redes sociales, el tema mezcla el regional mexicano con el trap, un subgénero donde convergen la música rap, crunk, snap, southern hip hop, memphis rap, electro, miami bass y bounce.
Belinda dedica “La Mala” a todas las mujeres denigradas públicamente
En medio de los preparativos del lanzamiento, Belinda quedó al centro de una controversia. Anabel Hernández, periodista especializada en temas de narcotráfico, vinculó a la cantante con Iván Archivaldo Guzmán Salazar -uno de los hijos del ‘Chapo’ Guzmán-, líder de una célula ligada al Cártel de Sinaloa identificada como Los Chapitos.
Hernández sostuvo su versión en declaraciones de Dámaso López Serrano, alias ‘El Mini Lic’, y otro ex integrante del Cártel de Sinaloa, quienes narraron supuestos encuentros entre la cantante y el capo.
Paralelamente, Belinda recibió otro palo, esta vez, de parte de la presentadora Verónica del Castillo, quien en un encuentro con la prensa señaló a la cantante de incumplir con el pago de un alquiler en la exclusiva colonia Pedregal.
Belinda evadió a la prensa y tomó ambas controversias para justificar el contenido de “La Mala”. En una publicación citó una popular frase de la actriz estadounidense Bette Davis: “En mi profesión, hasta que no tienes fama de monstruo, no eres una estrella”.
En su extenso mensaje, la artista pop explica que su nuevo sencillo va dedicado a todas las mujeres que han sido víctimas de acusaciones sin fundamentos:
“Gracias a todo el equipo que hizo posible esta locura. Y los más importantes, para quienes va mi inspiración absoluta es para mis fans y todas las mujeres que en algún momento se han sentido juzgadas, atacadas sin piedad y sin remordimiento, siendo vulnerables ante la sociedad o el mundo que algunas veces suele ser muy cruel y no mide el daño que puede causar a una persona”.
Más allá de estas coincidencias, “La Mala” estaba previsto como un punto de quiebre en el que Belinda cruzaría fronteras artísticas. Por ello, la advertencia de que la canción no será apta por cierto público.
La artista decidió incluir en las portadas de sus sencillos la leyenda ‘Parental Advisory Explícit Content’, decisión que ha mantenido entretenidos a sus fans previo al estreno del sencillo. Los grupos se ramifican entre quienes creen que la artista pop hablara sin tapujos sobre los señalamientos de ser una “muñeca del narco”, y quienes opinan que será una nueva tiradera contra su expareja, Christian Nodal, quien al final de su relación la dejó ver como una mujer fría e interesada.
Al margen de las teorías, el origen de la etiqueta ‘Parental Advisory Explícit Content’ tiene una historia particular que marcó un punto de quiebre en la industria musical durante los años 80.
Qué significa ‘Parental Advisory Explícit Content’
El término “Parental Advisory Explicit Content” es una etiqueta que se ha vuelto prácticamente omnipresente en la industria musical, pero su origen y significado tienen una historia más compleja de lo que muchos podrían imaginar. Esta advertencia, que hoy en día es común en portadas de álbumes y listas de reproducción en plataformas de streaming, tiene sus raíces en los años 80, en un esfuerzo por proteger a los menores de contenidos considerados inapropiados.
La etiqueta nació en 1985, tras la creación del Parents Music Resource Center (PMRC), un comité fundado por Mary ‘Tipper’ Gore, exesposa del exvicepresidente de Estados Unidos, Al Gore. El objetivo del PMRC era aumentar el control parental sobre el acceso de los jóvenes a música que abordara temas como la violencia, el sexo y las drogas.
El PMRC creó un listado conocido como “Filthy Fifteen”, que incluía 15 canciones que, según ellos, ejemplificaban la corrupción de la juventud a través de la música.
Canciones como “Darling Nikki” de Prince, que hacía referencia explícita a la masturbación, fueron señaladas por el PMRC como inapropiadas para menores. Este fue el detonante para que la Recording Industry Association of America (RIAA) introdujera una versión preliminar de la etiqueta que hoy conocemos. Sin embargo, el PMRC buscaba aún más clasificaciones, proponiendo etiquetas que especificaran si un disco contenía referencias a temas sexuales, violentos u ocultistas.
El debate sobre esta regulación llegó hasta el Senado de Estados Unidos, donde músicos como Frank Zappa, John Denver y Dee Snider de Twisted Sister, testificaron en contra de la censura. Finalmente, se llegó a un acuerdo en el que solo se utilizaría una etiqueta general, la ahora famosa “Parental Advisory Explicit Content”.
Con el tiempo, esta advertencia se ha adaptado a la era digital, donde en lugar de aparecer en portadas de discos, se visualiza como una “E” al lado de canciones explícitas en plataformas de streaming. Esta etiqueta sigue siendo un recordatorio del esfuerzo por balancear la libertad de expresión con la protección de audiencias más jóvenes.