Estas son las sucursales más emblemáticas de Sanborns que han cerrado en CDMX

Sanborns ha logrado consolidarse como una de las marcas más icónicas de México. Su éxito se debe en gran parte a la diversidad de servicios que ofrece, pues no es solo una tienda departamental, sino que también cuenta con restaurante, dulcería, farmacia, librería y tienda de regalos.

Además, con más de 100 años en el mercado, la marca ha construido una reputación, generando un sentimiento de confianza y nostalgia entre los consumidores.

Por ello, el cierre de sucursales siempre toma por sopresa a los capitalinos, especialmente cuando se trata de alguna que lleva décadas operando.

El más reciente cierre que sorprendió a habitantes de la CDMX fue Sanborns Casa Boker. Dicho establecimiento abrió sus puertas en 1976, un año después de que un incendio afectó enormemente el histórico edificio.

Con cerca de 50 años en operación, esta sucursal de Sanborns se sumó a la lista de imperdibles de Casa Bokers, un inmueble que surgió como una ferretería en 1865, durante el breve mandato de Maximiliano de Habsburgo.

Sin embargo, el edificio actual fue inaugurado por Porfirio Díaz en 1900. Hoy en día la cuarta generación de la familia Boker, propietaria de la ferretería abierta en el siglo XIX, sigue a cargo del negocio.

Esta emblemática sucursal dejó de dar servicio en 2020, posiblemente debido al severo golpe a la economía asestado por la pandemia por COVID-19. Aunque en su momento Sanborns informó que el lugar sería remodelado, desde entonces permanece cerrado.

Sanborns San Ángel tenía una privilegiada ubicación, cerca del Parque de la Bombilla, hogar del monumento a Álvaro Obregón, en el que por décadas fue exhibida la mano del revolucionario conservada en formol.

La zona es de gran valor histórico, ya que el monumento al líder revolucionario no se erigió ahí por casualidad, sino porque fue ahí donde fue asesinado por José de León Toral en 1928.

Por si fuera poco, Sanborns San Ángel fue escenario de encuentros entre artistas, pensadores y políticos. Entre las figuras que llegaron a reunirse en su restaurante están el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) y la presidenta electa, Claudia Sheinbaum.

De acuerdo con el libro La disputa por México, AMLO y Sheinbaum se vieron por primera vez en Sanborns San Ángel cuando él era jefe de Gobierno del entonces Distrito Federal. En aquella ocasión tuvieron una breve conversación, de alrededor de 15 minutos, en la que el hoy mandatario federal la invitó a unirse a su equipo, para que ella desarrollara un plan para reducir la contaminación en la ciudad.

En el bullicioso entorno de la Ciudad de México, Sanborns La Fragua se erigió durante décadas como un epicentro de la vida política y social del país. Ubicado estratégicamente cerca de la sede de la Confederación de Trabajadores de México (CTM) y las antiguas oficinas de la Cámara de Diputados, este icónico establecimiento se convirtió, a partir de su inauguración en 1954, en un lugar de encuentro esencial para políticos y legisladores.

La apertura de Sanborns La Fragua formó parte de una expansión que la Walgreen Drug Company llevó a cabo tras adquirir las tiendas del emprendedor estadounidense Frank Sanborn en la década de 1950. En total, la compañía inauguró cinco sucursales nuevas, siendo La Fragua la segunda en abrir sus puertas.

El restaurante alcanzó su apogeo durante las décadas de los años 70 y 80. Gracias a su ubicación privilegiada, fue testigo de numerosas reuniones informales y desayunos donde se gestaron importantes decisiones políticas. Legisladores y líderes sindicales acudían regularmente a este Sanborns, consolidándolo como un centro neurálgico de la política mexicana. Sin embargo, este auge comenzó a decaer a medida que las oficinas de los legisladores fueron trasladadas al Palacio Legislativo de San Lázaro y el poder de la CTM se redujo con el tiempo.