Esta es la edad exacta en la que termina la juventud, según la ciencia

Existe una frase que señala “juventud divino tesoro” debido a que son muchas las personas que lo ven como un bien preciado que muchos desearían poder conservar por siempre.

Sin embargo, un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Stanford, publicado en la revista Nature analizó los cambios biológicos sufridos por el cuerpo humano a lo largo del envejecimiento, focalizándose especialmente en cómo las proteínas en la sangre cambian con el tiempo lo cual permitió ofrecer una versión científica del punto exacto en que termina la juventud.

Como parte de su estudio, los investigadores identificaron tres edades críticas donde los cambios en las proteínas transmitidas por la sangre eran más prominentes: a los 34, 60 y 78 años. Estos puntos de inflexión indican fases significativas en el proceso de envejecimiento, según señala la publicación.

En este sentido, de acuerdo con el estudio, se podría decir que el paso definitivo a la edad adulta ocurre a los 34 años, momento en que muchas de las proteínas del cuerpo que permanecían constantes comienzan a cambiar de manera notable en estos puntos de inflexión.

De acuerdo con los científicos, estos cambios reflejan una variación en la actividad biológica del cuerpo, vinculada con el proceso de envejecimiento.

Es así que el equipo de científicos de Stanford nombró a las proteínas como “los caballos de batalla de las células constituyentes del cuerpo” y las definió como cruciales para entender el envejecimiento.

“Cuando sus niveles relativos experimentan cambios sustanciales, significa que tú también has cambiado. Mirar miles de ellos en plasma te da una instantánea de lo que sucede en todo el cuerpo,” explicaron los científicos.

El estudio se basó en el análisis del plasma de 4 mil 263 personas con edades comprendidas entre los 18 y 95 años. Con estos datos, lograron identificar un “reloj fisiológico” basado en 373 proteínas específicas, que es capaz de predecir la edad cronológica de una persona. Entre estas proteínas, las lipoproteínas destacaron por su papel fundamental en la salud cardiovascular.

Cabe mencionar que de las mil 379 proteínas que se alteraron con la edad en el estudio, 895 mostraron diferencias entre hombres y mujeres. Esto confirma que los procesos de envejecimiento difieren significativamente entre los géneros, una observación crucial para futuras investigaciones y tratamientos personalizados.

A pesar de tener una edad cronológica que puede marcar el fin de la juventud, lo cierto es que la ciencia también ha hecho énfasis en que es posible retrasar la llamada edad biológica la cuál puede llegar a ser menor a la edad cronológica.

En este sentido, se puede decir que la edad que marca el calendario no siempre coincide con nuestra edad biológica, que refleja el desgaste real de nuestro organismo. La buena noticia es que, con hábitos de vida saludables, podemos influir positivamente en este proceso y mantenernos jóvenes por más tiempo. Algunos consejos que puedes seguir para lograrlo son los siguientes:

1. Alimentación inteligente:

• Prioriza frutas y verduras: Ricas en antioxidantes que combaten el daño celular.
• Consume grasas saludables: Presentes en el aceite de oliva, aguacate y frutos secos, benefician al corazón y al cerebro.
• Modera el consumo de azúcar y alimentos procesados: Su exceso acelera el envejecimiento.
• Mantente hidratado: Bebe suficiente agua para mantener el cuerpo funcionando correctamente.

2. Movimiento constante:

• Encuentra una actividad física que disfrutes: Ya sea bailar, nadar o caminar, lo importante es mantenerse activo.
• Ejercita tu fuerza: El entrenamiento de fuerza ayuda a mantener la masa muscular y ósea, previniendo su deterioro con la edad.
• No te olvides de la flexibilidad: El yoga o el pilates ayudan a mantener la movilidad y prevenir lesiones.

3. Descanso reparador:

• Prioriza el sueño: Dormir entre 7 y 8 horas diarias permite al cuerpo repararse y regenerarse.
• Crea una rutina de sueño: Acuéstate y levántate a la misma hora para regular tu reloj biológico.
• Desconecta de las pantallas antes de dormir: La luz azul de los dispositivos electrónicos interfiere con la producción de melatonina, la hormona del sueño.

4. Mente en calma, cuerpo joven:

• Gestiona el estrés: El estrés crónico acelera el envejecimiento. Encuentra técnicas que te ayuden a relajarte, como la meditación o el mindfulness.
• Mantén la mente activa: Leer, aprender cosas nuevas o realizar juegos de memoria ayudan a mantener el cerebro ágil.
• Cultiva relaciones sociales: Las relaciones sociales sólidas y positivas son un factor clave para una vida más larga y saludable.

5. Hábitos que suman, hábitos que restan:

• No fumes: El tabaco es uno de los principales aceleradores del envejecimiento.
• Modera el consumo de alcohol: El exceso de alcohol daña las células y acelera el envejecimiento.
• Realiza chequeos médicos regulares: La detección temprana de cualquier problema de salud es fundamental para un envejecimiento saludable.