En respuesta al mensaje que proporcionó la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México (FGJCDMX), el fiscal anticorrupción de Chihuahua, Abelardo Valenzuela, insistió en que la interrupción en el operativo para capturar a Javier Corral Jurado en la capital del país fue una obstrucción.
“No es rescate, fue un impedimento [...] Se rescata a los héroes, no a los que están imputados en un delito de corrupción”, aseveró el fiscal Valenzuela al confirmar que la institución a su cargo declaró al exgobernador Corral Jurado como prófugo de la justicia.
Mediante una conferencia de prensa, el titular de la Fiscalía Anticorrupción de Chihuahua compartió una versión que contradice la narrativa expuesta previamente por el encargado de despacho de la FGJCDMX, Ulises Lara López.
Según el funcionario capitalino, el oficio con el que agentes de Investigación de Chihuahua pretendían detener a Javier Corral era un documento interno, que no acreditaba formalmente una cooperación de la Fiscalía de la CDMX en la diligencia. En palabras de Abelardo Valenzuela, el documento tiene las mismas características que otros mandamientos previamente cumplimentados en la CDMX.
Dos semanas antes, el 27 de julio, elementos de la Fiscalía Anticorrupción de aquel estado capturaron en la capital a un empresario acusado por utilizar documentación falsa para obtener contratos por más de 41 millones de pesos. “Hicimos el mismo protocolo”, señaló el funcionario de Chihuahua.
No obstante, en el caso de Javier Corral, fue en el lugar donde se pretendía ejecutar la aprehensión que Ulises Lara rechazó la cooperación de sus agentes. “De repente llega el encargado de despacho y de manera verbal dice que no decide colaborar y se lleva al hoy imputado”, precisó Valenzuela.
El exgobernador de Chihuahua se encontraba cenando en un restaurante de la colonia Roma la noche del 14 de agosto cuando fue abordado por un grupo de oficiales, quienes se identificaron como miembros de la Fiscalía Anticorrupción de dicha entidad, con la intención de capturarlo.
La versión narrada por Valenzuela expone que, en labores previas de inteligencia, se percataron de que Javier Corral solía estar acompañado de una escolta, posiblemente integrada por miembros del extinto Estado Mayor Presidencial. “Los vehículos que portan son federales [...] Eran seis elementos, los cuales cercaron al hoy imputado”, expuso.
Cuando la comitiva encargada de efectuar el arresto —conformada por el vicefiscal anticorrupción, el secretario particular, un agente del ministerio público y dos agentes ministeriales— se acercaron a Corral, le leyeron sus derechos y le permitieron el uso de un teléfono celular para hacer las llamadas telefónicas que fueran necesarias.
“Él quién sabe a quién llamó, desconocemos a quién llamó, lo que sí es que no tardaron ni 15 minutos en estar súper sitiado el restaurante y nos fue imposible ejecutar con tranquilidad una orden de aprehensión”, contó Valenzuela. Ulises Lara López reconoció, en un mensaje anterior, que fue él quien recibió una llamada del equipo del exgobernador.
Después de que Corral hiciera tales llamadas, los comensales del restaurante comenzaron a grabar videos y al lugar se acercó una gran cantidad de vecinos, según el fiscal chihuahuense.
Posteriormente, “empezaron a llegar muchas gentes armadas, no sabemos de qué corporación, gentes vestidas de negro con armas largas, no traían identificaciones atrás, solamente traían uniforme negro táctico y armas largas”, puntualizó Valenzuela.
Finalmente, el servidor público calificó la participación de la Fiscalía de la CDMX como algo inaudito y advirtió que irán en contra de Javier Corral “esté en donde esté, hasta sus últimas consecuencias, en los términos que marca la ley”.