AMLO construye su papel de víctima en caso Mayo Zambada por temor a ser perseguido por la DEA, afirma Jesús Lemus

Un día después de la captura de Ismael El Mayo Zambada García en un aeródromo de Estados Unidos, el Gobierno de México aclaró que ellos no participaron en la detención del narcotraficante mexicano, al tiempo que pidieron a sus homólogos estadounidenses información oficial y detallada sobre si fue entrega o captura del líder del Cártel de Sinaloa y de Joaquín Guzmán López.

“El Gobierno de México no participó en esta detención o entrega”, declaró el 26 de julio la secretaria de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), Rosa Icela Rodríguez, destacando que estaban en espera de una respuesta oficial de las autoridades estadounidenses.

Pese a la solicitud, estos detalles se revelaron hasta el 9 de agosto, cuando el embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar, confirmó que Zambada García fue llevado en contra de su voluntadad a la Unión Americana, al tiempo que corrigieron al gobierno de López Obrador señalando que toda la información ya se había compartido con las autoridades mexicanas, incluyendo a la Fiscalía General de la República (FGR).

“Lo primero es que Joaquín Guzmán voluntariamente se entregó; lo segundo es que la evidencia que vimos nosotros cuando llegó él a Santa Teresa, Nuevo México, al aeropuerto, es que a El Mayo lo habían llevado contra su voluntad”, explicó el embajador enfatizando que fue una “operación entre cárteles” y rechazó la versión de una incursión encubierta de agentes estadounidenses en territorio mexicano.

Un día después, el 10 de agosto, se dio a conocer una carta firmada por Mayo Zambada en donde relata su secuestro y la traición de la que fue víctima por parte de su ahijado Joaquín Guzmán López.

“Quiero decir desde el principio que no me entregué ni vine voluntariamente a los Estados Unidos, ni tenía ningún acuerdo con ninguno de los dos gobiernos. Al contrario, fui secuestrado y llevado a los EEUU a la fuerza y contra mi voluntad”, expuso Zambada García, subrayando que en el lugar donde fue privado de su libertad se reuniría con el gobernador de morenista Rubén Rocha Moya y el exrector de la Universidad Autónoma de Sinaloa, Héctor Melesio Cuén, asesinado el 25 de julio, el mismo día de la captura del líder del Cártel de Sinaloa.

Ante estas revelaciones, Rubén Rocha negó cualquier vínculo con grupos criminales, aclarando que nunca se reunió con el Mayo Zambada e insistió que el capo mexicano fue engañado sobre un supuesto encuentro planeado entre ambos. El mandatario estatal enfatizó que al momento de las detenciones de los líderes del Cártel del Pacífico, él no se encontraba en Sinaloa.

“Ese día no estaba en Sinaloa, todo me lo estuvieron informando durante el día y en la noche y regresé al día siguiente”, puntualizó. “No hay absolutamente nada que pueda vincularme con ese asunto, lo digo de manera tajante, contundente: Nada”.

Ante los señalamientos que presuntamente lo vinculan con Zambada García, gobernadores y gobernadoras de Morena externaron su respaldo al mandatario de Sinaloa el 12 de agosto.

“Rechazamos tajantemente los falsos señalamientos realizados supuestamente por el señor Ismael Zambada García a través de su defensa legal, que pretenden vincular, sin éxito, al gobernador Rocha con esta persona detenida el pasado 25 de julio”, se lee en la misiva de los mandatarios morenistas.

Por su parte, López Obrador planteó la tesis en su conferencia del lunes pasado que hay un interés de algunos sectores estadounidenses de menoscabar la credibilidad de su gobierno.

“Durante mucho tiempo han mantenido esa estrategia de buscar involucrar a gobiernos de otros países para mantenerlos débiles y someterlos. No es el presidente Trump, no es el presidente Biden, es el modus operandi de la política estadounidense desde hace más de 200 años”, apuntó el titular del Ejecutivo.

Con este contexto, el periodista y escritor Jesús Lemus Barajas dijo en entrevista para Infobae México que el presidente López Obrador está construyendo su papel de víctima en el caso, porque él podría ser investigado en caso de que Zambada García diga algo en su contra.

“López Obrador está construyendo su narrativa de víctima de persecución de la DEA por lo que pueda venir, porque es una realidad que puede terminar perseguido, es una realidad. Aunque les duela a muchos seguidores de la Cuarta Transformación, es una realidad”.

El autor del libro El Licenciado señaló que los argumentos que ha dado el presidente son “parte de la política de que estaban protegidos y protegiéndose con los de Sinaloa. Por eso vemos a un López Obrador que todos los días insiste en decir, ‘nosotros no tuvimos nada que ver’. Como si les mandara un mensaje a alguien. ¿Para qué? Para que no diga más, para que vea que no hay mala leche de su parte y que él cumplió con el acuerdo”.

“El gobierno mexicano no sabía de esa operación que estaba llevando a cabo la DEA. Y por supuesto que la nunca se lo iba a decir, porque tenemos rotas las relaciones. Bueno, el gobierno mexicano con la DEA en materia de colaboración con el narcotráfico”, apuntó el periodista a esta casa editorial.

Indicó que los seguidores del presidente “ya comenzaron a construir la narrativa de que cómo le van a creer a un delincuente, como si la justicia fuera un asunto de democracia; a desmentir 28 gobernadores que no estuvieron en los hechos, que no conocen, a desmentir la versión del que sí estuvo.

“No se trata de rechazar o de aceptar, es una realidad que tenemos que ver. Lo que vamos a ver es que el presidente López Obrador, es de los que podría estar más en la línea de fuego del Mayo Zambada porque trae muchísima información”, destacó.

El escritor recordó que “Mayo Zambada tiene 50 años de narcotráfico. Sabe desde quién mató a Kiki Camarena hasta la participación del Ejército mexicano del general Cienfuegos con ellos mismos”.

“Trae toda una historia que puede contar y que va a hacer que se sacuda el sistema político mexicano comenzando por los militares”.

“Si el gobierno de Estados Unidos le pregunta (a El Mayo), ¿Le diste dinero a Andrés Manuel López Obrador? Aquel con la mano en la cintura lo va a aventar; O si le preguntan ¿cuál era tu negociación con el Ejército mexicano? Lo va a aventar”, explicó.