Ciudadana de EEUU devuelve a México 32 piezas arqueológicas

Los especialistas del INAH han confirmado que las piezas son monumentos históricos, propiedad de la nación mexicana

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Restituyen a México 32 piezas arqueológicas localizadas en Estados Unidos. Foto SRE
Restituyen a México 32 piezas arqueológicas localizadas en Estados Unidos. Foto SRE

La ciudadana estadounidense Marylou Morton decidió devolver de forma voluntaria 32 piezas arqueológicas que fueron trasladadas de México a Estados Unidos a mediados del siglo pasado, informó la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), misma que las entregará al Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).

De estos objetos, 31 son considerados monumentos arqueológicos, fabricados entre los años 300 a.C. y 1521 d.C., mientras que una pieza es catalogada como histórica.

La restitución se formalizó cuando el cónsul Carlos Quesnel Meléndez se trasladó a la ciudad de Eugene, en Oregón, para recibir los objetos prehispánicos.

Los especialistas del INAH han confirmado que las 32 piezas son monumentos muebles propiedad de la nación mexicana, protegidos por la Ley Federal sobre Monumentos y Zonas Arqueológicos, Artísticos e Históricos.

Las 32 piezas arqueológicas serán entregadas al INAH. Foto SRE
Las 32 piezas arqueológicas serán entregadas al INAH. Foto SRE

El consulado planea enviar las piezas a México vía valija diplomática, para que los especialistas del INAH puedan realizar las inspecciones físicas y los dictámenes correspondientes, garantizando así la autenticidad y estado de conservación de los bienes patrimoniales.

El Gobierno de México ha expresado su agradecimiento a Marylou Morton por su decisión de devolver voluntariamente las piezas. Además, ha reiterado su llamado a la población para evitar el expolio de objetos arqueológicos y colaborar en la preservación del patrimonio cultural mexicano, recordó la SRE.

Desde varios años, el país ha desplegado múltiples acciones y estrategias jurídicas con el objetivo de recuperar el patrimonio cultural que se encuentra en el extranjero, gracias a los esfuerzos conjuntos de la SRE y la Secretaría de Cultura.

En el marco de la campaña #MiPatrimonioNoSeVende, el Gobierno de México reafirma su compromiso de combatir el tráfico ilícito de bienes culturales y apoyar la recuperación del patrimonio nacional en el exterior.

Durante la actual administración, esta campaña ha facilitado la recuperación de más de 14 mil piezas arqueológicas e históricas, todas ellas reconocidas como propiedad de la nación mexicana.

La representación consular enviará las piezas a nuestro país para que el INAH realice los dictámenes físicos correspondientes. Foto SRE
La representación consular enviará las piezas a nuestro país para que el INAH realice los dictámenes físicos correspondientes. Foto SRE

Robo de piezas arqeológicas, un dolor de cabeza para México

En la mañana del 25 de diciembre de 1985, la seguridad del Museo Nacional de Antropología en México se vio repentinamente alterada. Durante la noche navideña, 140 piezas prehispánicas de incalculable valor fueron robadas, marcando uno de los saqueos más grandes al patrimonio arqueológico del país.

Al momento del descubrimiento, el robo fue rápidamente catalogado por la prensa como “el robo del siglo”, y hoy en día sigue figurando como uno de los grandes robos de arte del siglo XX.

El hurto incluyó la casi totalidad de una ofrenda encontrada en una tumba de Palenque, así como diversos objetos de oro de la cultura mixteca, un pectoral de oro, máscaras de mosaico y piezas de jade.

Las salas Maya, Oaxaca y Mexica fueron las más afectadas, mostrando el alcance del acto delictivo que generó gran preocupación en el gobierno mexicano, pues ninguna de las piezas tenía seguro. Un mono de obsidiana en forma de vasija, con un valor estimado de USD 20 millones, se encontraba entre los objetos robados.

El entonces presidente Miguel de la Madrid dio instrucciones inmediatas al procurador para que esa misma jornada de Navidad comenzaran las investigaciones.

La colaboración internacional no se hizo esperar, estableciendo comunicación con la Secretaría General de la Organización Internacional de Policía Criminal (INTERPOL). Se envió un boletín a 158 países que incluía un expediente con fotografías, huellas dactilares y pruebas periciales.

Una de las hipótesis principales fue la implicación de un grupo de traficantes profesionales especializados en robos de arte, posiblemente responsables de otros hurtos en museos a nivel mundial.

La información disponible indicaba que los ladrones habían saltado la barda metálica que rodeaba el museo, ubicada sobre Paseo de la Reforma, aprovechando la precariedad en la supervisión debido a las festividades navideñas. Tras cruzar el jardín, ingresaron por una escalera hacia el sótano y penetraron por los ductos de aire acondicionado, arrastrándose hasta llegar a las salas de exhibición, donde pasaron alrededor de tres horas robando las piezas.

Las investigaciones revelaron que los guardias de seguridad tenían que hacer recorridos por todo el museo cada dos horas, pero aquel día, al ser Navidad, se quedaron juntos celebrando en un solo lugar.

No fue hasta el cambio de turno, a las 08:00 horas del 25 de diciembre, que se percataron del hurto millonario, dándose inicio a un proceso de búsqueda y recuperación de las piezas robadas que se prolongó durante décadas.

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