La carretera México-Puebla no sólo es una de las más importantes de México, sino también una de las más transitadas dado que sirve como un corredor industrial crucial al conectar la Ciudad de México con un importante centro industrial como Puebla, facilitando el transporte de mercancías, productos y servicios, al tiempo que facilita el comercio entre ambas ciudades y zonas aledañas, impulsando la economía regional, por tal motivo, el hecho de que estuviera bloqueada por más de 50 horas no solo afectó a miles de pasajeros, sino que además dejó pérdidas económicas millonarias. ¿Seguirá cerrada durante este fin de semana?
Desde el pasado lunes 5 de agosto se reportó que habitantes de la comunidad de Santa Rita Tlahuapan se habían desplegado a la altura del kilometro 70 de la carretera con el fin de exigir a las autoridades federales el pago de los terrenos expropiados hace 60 años, predios que se dijo, se usaron para la ampliación de la vialidad y los que no se liquidaron adecuadamente.
24 horas después de los hechos, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador (AMLO) destacó en su conferencia de prensa conocida como La Mañanera que era de su conocimiento que un abogado era quien asesoraba a los ejidatarios quienes pedían más dinero que el correspondiente, llevándolo así a adelantar que se buscaría llegar a un acuerdo, al tiempo que se realizaría el avalúo correspondiente para pagar lo justo a los afectados.
Pese a las declaraciones del Gobierno de México, mismo que insistió que la expropiación de las tierras había sucedido en sexenios pasados, los ejidatarios continuaron bloqueando la vialidad, dejando a miles de personas y sobre todo transportistas, varados sin acceso a alimentos, bebidas y expuestos a la inseguridad.
Manifestantes alcanzan cuerdos
Durante la tarde del pasado jueves 8 de agosto, se declaró que un carril en ambos sentidos sería abierto por un lapso de dos horas para después volver a ser bloqueado por el mismo tiempo. Finalmente, por la noche se acordó que dicho carril se liberaría de manera permanente, aunque el plantó no se quitaría. ¿Hay riesgo de que vuelva a colapsar?
En total, la México-Puebla suma 50 horas afectada y, aun que se ha revelado que la circulación es fluida, en comparación con los días pasados, no hay reporte referente a que los campesinos cierren el carril de alta velocidad, el que se sabe, sigue siendo el único en funcionamiento.
Mediante las redes sociales se ha dado a conocer que, pese a que el paso es fluido, hay tramos que presentan ligeros asentamientos especialmente en el tramo de la salida con destino a Puebla, a la altura de la caseta de peaje manejada por Caminos y Puentes Federales (Capufe) de San Marcos y la ubicada en el Circuito Exterior Mexiquense.
La mañana de este viernes 9 de agosto, el presidente López Obrador dio detalles referentes al acuerdo alcanzado y por el que se prometió que no habría bloqueos como los antes registrados.
“Vuelvo a hacer un llamado a los campesinos a que nos tengan confianza que lo que se acordó con ellos se les va a garantizar, nada más que tiene que ser lo justo, ¿qué significa esto? Que se les va a reconocer el daño que les causaron hace décadas cuando construyeron la carretera”, aseguró mientras remarcó que la empresa encargada del avalúo de los terrenos es fidedigna y por el cual se le pagaría, tanto a los ejidatarios lo que corresponde, además de que les serían reconocidos sus derechos.
La construcción de la carretera México-Puebla fue un proyecto ambicioso que se desarrolló en diferentes etapas a lo largo de varias décadas. A mediados del siglo XIX se construyeron los primeros tramos que conectaban la Ciudad de México con localidades cercanas en dirección a Puebla. Eran caminos de terracería con muchas limitaciones.
Sin embargo, es importante resaltar que la construcción de la autopista como tal comenzó en la década de 1960 durante el gobierno de Adolfo López Mateos. Se fue inaugurando por secciones a medida que se completaban los tramos y, a lo largo de las décadas siguientes, la autopista ha sido objeto de constantes obras de ampliación, modernización y mantenimiento para adaptarla al creciente tráfico vehicular.
La carretera continúa siendo objeto de mejoras, ampliaciones y proyectos para agilizar el tráfico y mejorar la seguridad vial, además que la construcción de esta importante vía de comunicación implicó un enorme desafío de ingeniería por la complicada topografía que atraviesa, con zonas montañosas y volcanes como el Popocatépetl e Iztaccíhuatl.