Después de que el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador solicitó nuevamente un salvoconducto al ex vicepresidente ecuatoriano Jorge Glas para que este pueda salir a otro país, el Ministerio de Exteriores de Ecuador negó la medida debido a que existe un proceso judicial contra el funcionario.
“Para Ecuador resulta jurídicamente evidente que no es lícita la concesión de asilo diplomático al señor Jorge David Glas Espinel. En consecuencia, el Ecuador reitera que no otorgará salvoconducto alguno”, aclaró la canciller Gabriela Sommerfeld.
La mañana de este martes, el presidente López Obrador manifestó su deseo por dar asilo político al político de la izquierda ecuatoriana, de quien aseguró se trata de un perseguido político.
“Nosotros estamos en la mejor disposición de recibirlo. Es parte de nuestra tradición en materia de política exterior, proteger a perseguidos políticos de cualquier país del mundo, siempre se ha hecho”, expresó López Obrador.
Además, el Ejecutivo mexicano reiteró la inconformidad que mantiene con Ecuador y lamentó que la Corte Internacional de Justicia (CIJ) no avance en el caso sobre la irrupción de la policía ecuatoriana a la Embajada Mexicana en Quito, donde se refugiaba Jorge Glas, acusado de corrupción.
“Es muy lamentable que la Corte de Justicia Internacional no resuelva y hace poco, no sé si esto sea real, habían dado como fecha para iniciar el proceso el año próximo”, lamentó el mandatario mexicano, luego que la Secretaría de Relaciones Exteriores, a cargo de Alicia Bárcena, solicitó nuevamente una salida para Jorge Glas.
Este lunes 5 de agosto, la SRE pidió que Glas fuera “entregado y trasladado a un tercer país” de conformidad con la Convención sobre Asilo Diplomático de 1954 firmada en Caracas. México ha elevado dicha solicitud invocando el acuerdo suscrito en Suiza en junio para salvaguardar sus intereses en Ecuador tras la ruptura de las relaciones bilaterales#, señalaron las autoridades mexicanas.
“Se ha solicitado igualmente que, en tanto se emite el referido salvoconducto, se tomen las medidas humanitarias necesarias para que Glas Espinel sea excarcelado y custodiado en un lugar seguro”, agregó la dependencia a cargo de Alicia Bárcena.
Sin embargo, la respuesta del gobierno de Daniel Noboa rechazó la medida, debido a que el ex vicepresidente enfrenta cargos por malversación de recursos públicos por los trabajos de reconstrucción en la provincia de Manabí tras un fuerte terremoto en el año 2016, que dejó más de 670 muertos.
México había dado refugio a Jorge Glas en su embajada en Quito y de acuerdo con las autoridades de Ecuador, se alistaba un plan para sacar de manera ilegal al ex funcionario, razón por la cual la policía irrumpió en la sede diplomática para asegurar al acusado.
COMUNICADO. “El Gobierno de México solicita salvoconducto para Jorge Glas al Gobierno de Ecuador”.https://t.co/tMp8YaAtE8 pic.twitter.com/LoTsrz4oyd
— Relaciones Exteriores (@SRE_mx) August 5, 2024
Cómo surgió el conflicto diplomático entre México y Ecuador
La noche del 5 de abril, las fuerzas de seguridad ecuatorianas, por orden del presidente Daniel Noboa, llevaron a cabo una operación violenta en la Embajada de México en Ecuador. El objetivo de esta intervención fue la detención del exvicepresidente ecuatoriano, quien se encontraba resguardado en el edificio diplomático.
Durante el operativo, varias personas trataron de impedir la entrada a la sede diplomática, entre ellas Roberto Canseco Martínez, jefe de la Cancillería de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) mexicana, y Eva Martha Balbuena Reyes, jefa administrativa de la Embajada.
En consecuencia, AMLO ordenó a la canciller Alicia Bárcena Ibarra la ruptura inmediata de las relaciones diplomáticas con Ecuador. La Embajada mexicana fue desalojada y todos sus trabajadores regresaron a México.
En menos de una semana, el 11 de abril, el gobierno de México presentó una demanda formal ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ), el máximo tribunal de justicia de la Organización de las Naciones Unidas (ONU). En la demanda, México exigió una disculpa pública de Ecuador por el asalto a la sede diplomática y solicitó que se garantizara la seguridad del edificio y de todos los bienes en su interior, considerando que se trata de propiedad del Estado mexicano.