México es un país muy grande, pues posee una extensión territorial de mil 973 millones de kilómetros cuadrados. Sin embargo, en el pasado el territorio mexicano era mucho más grande.
El 24 de febrero de 1821, el primer emperador de México, Agustín de Iturbide, dio a conocer oficialmente el Plan de Iguala, donde se proclamó la Independencia de México y su conformación como imperio bajo una forma de gobierno monárquico constitucionalista. En enero de 1822, la extensión territorial del país era de cuatro millones 925 mil 283 kilómetros cuadrados y se componía de 24 provincias y la capital del imperio.
Desde entonces se han producido diversos cambios territoriales, por ejemplo, la separación de las provincias integrantes de la Capitanía General de Guatemala (Honduras, Guatemala, El Salvador, Nicaragua y Costa Rica) al finalizar el perimer imperio, en 1823.
Sin embargo, años después se dieron otros cambios geográficos que afectaron severamente al país. El primero fue la independencia de Texas, en 1836; y más adelante, se dio la pérdida de más de la mitad del territorio mexicano, con los actuales estados de California, Arizona, Nuevo México, Nevada, así como Utah, y porciones de Colorado, Oklahoma, Kansas y Wyoming, en la actual Unión Americana, en 1848, tras la invasión estadounidense.
Fue el 2 de febrero de 1848 que, para terminar la guerra entre México y su país vecino del norte, Estados Unidos, se firmó el Tratado de Guadalupe-Hidalgo.
El acuerdo de paz se dio luego de la guerra que enfrentó nuestro país con la invasión estadounidense: primero en los territorios del noreste de México, que era, en ese entonces, el norte de Tamaulipas, Nuevo México, California y Nuevo León. Posteriormente se dio el bloqueo e invasión de los principales puertos mexicanos, hasta la irrupción del ejército estadounidense por Veracruz a la Ciudad de México y la salida del gobierno mexicano, de la capital rumbo a Querétaro.
El tratado, que fue ratificado el 30 de mayo de 1848, estableció que México cedería más de la mitad de su territorio.
Cabe destacar que Texas no formó parte del acuerdo, y tampoco se incluyó en la guerra, pues era una nación independiente 10 años antes de ella, pero se anexó a Estados Unidos y fue uno de los motivos que desató el conflicto.
¿Cuánto pagó EEUU a México por el territorio perdido?
La negociación para terminar con la guerra estableció el pago de una cantidad de indemnización del territorio perdido. Fueron seis millones de dólares: tres millones que se pagaron de inmediato, y el resto se liquidó en pagos anuales con intereses.
Además, Estados Unidos pagó cinco millones de dólares más a ciudadanos estadounidenses que tenían reclamaciones contra el gobierno mexicano.