El día que un vendedor inundó Tijuana y parte de EEUU con lluvia “fabricada”

El joven provocó una aguacero tan fuerte que el gobierno decidió no pagarle por el contrato que habían establecido

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El hacedor de lluvia que inundó San Diego (Dominio Público)
El hacedor de lluvia que inundó San Diego (Dominio Público)

Charles Hatfield era un joven delgado y de estatura media, que vestía un traje de negocios. Aunque era un vendedor a tiempo completo, tenía un interés particular por la lluvia, de acuerdo con el San Diego History Center (Centro Histórico de San Diego).

A menudo visitaba las bibliotecas públicas de Pasadena y Los Ángeles para leer sobre el tema y los rainmakers (hacedores de lluvia), un grupo desacreditado que estaba de moda en el Medio Oeste entre 1880 y 1890.

La motivación de dedicarse a la “producción de lluvia” fue impulsada después de ver los estragos que causaban las sequías crónicas desde mediados de los noventa, que afectaba no sólo a los agricultores y ganaderos, sino también a los negocios y la vida en la ciudad.

La fama del hacedor de lluvia

Este personaje aseguraba que podía ayudar a que cayera lluvia (Getty Images)
Este personaje aseguraba que podía ayudar a que cayera lluvia (Getty Images)

Hatfield ganó cierta fama cuando, el 2 de febrero de 1904, Los Angeles Times publicó una nota sobre él, llamándolo un experto fabricante de lluvias que, por 50 dólares, colocó instrumentos en las colinas cerca de Pasadena y logró una abundante lluvia.

“El mago se considera responsable de la abundante lluvia en el condado de San Diego a finales de la primavera pasada y dice que lo ha intentado 17 veces, con un sólo fracaso”, menciona el artículo.

Fue contratado por productores de cereales, agricultores y ganaderos, y el medio News reportó que los ganaderos estaban tan satisfechos con su trabajo que lo convencieron de almacenar su maquinaria hasta la próxima temporada.

“El Sr. Hatfield ha tenido 15 contratos… y no ha fallado en ningún caso… (su teoría) está demostrando más allá de toda duda que se puede producir lluvia”, menciona un artículo de la época.

La inundación que causó la muerte de varias personas

El hacedor de lluvia iba a cobrar 10 mil dólares por el trabajo (Getty Images)
El hacedor de lluvia iba a cobrar 10 mil dólares por el trabajo (Getty Images)

A finales de 1915, San Diego enfrentaba una sequía preocupante para el gobierno y los pobladores, quienes llegaron a un acuerdo con Hatfield.

Propuso dos opciones: llenar el embalse del lago Morena para el 20 de diciembre de 1916, o generar una precipitación de 50 pulgadas para el 1 de junio del mismo año. Por la primera opción no se especificó la cantidad de lluvia necesaria.

Para la segunda, cobraría 500 dólares por cada pulgada entre la 30 y la 50, o mil dólares por cada pulgada entre la 40 y la 50. Ambas alternativas implicaban un costo total de 10 mil dólares para completar el trabajo.

Su contrato se cerró en esta cantidad siempre y cuando lograra llenar el lago Morena, prácticamente seco. Comenzó a construir varias torres cerca del río y, el 10 de enero, empezó a llover extraordinariamente.

Entre el 10 y el 18 de enero, la lluvia fue continua, causando desbordamientos y daños significativos, especialmente el 18 en el valle del río Tijuana, donde alrededor de 100 personas perdieron sus hogares, pues no sólo se destruyeron las casas, sino que el torrencial se llevó la tierra.

Las conexiones ferroviarias de Santa Fe y San Diego-Arizona hacia el norte y el este, respectivamente, quedaron inoperantes. Tanto las principales carreteras como la mayoría de los caminos secundarios se cerraron.

No fue hasta el día 24 que los automóviles pudieron transitar hacia el norte por la carretera interior, pero los daños en las vías férreas y la carretera costera no se pudieron reparar tan rápidamente.

El 28 de enero, se estimó en 50 el número de muertos, aunque posteriormente se redujo a alrededor de 20. Desde la presa Morena, Hatfield telefoneó a San Diego, señalando que la lluvia registrada superaba cualquier récord similar para el lugar.

“Tengo entendido que los periódicos dicen que yo no provoqué la lluvia. Todo lo que tengo que decir es que Morena ha tenido 17.5 pulgadas de lluvia en los últimos cinco días y eso supera cualquier récord similar para el lugar que he podido encontrar”, de acuerdo con una cita del medio Sindicato.

Hatfield y su hermano se dirigieron de incógnito al ayuntamiento de San Diego para reclamar su pago, pero las autoridades se negaron, argumentando que no había un contrato escrito.

Después de discutir le dijeron que si aceptaba que toda la lluvia que había caído era obra suya, también aceptaría también la responsabilidad por el daño. Charley se negó a firmar y, tras un largo proceso, nunca recibió el pago acordado.

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