Estos pequeños pero importantes órganos, ejecutan una gran labor, se encargan de limpiar la sangre de toxinas y transformar los desechos en orina, así como de mantener el equilibrio del agua, fluidos, químicos y minerales, y de regular la presión arterial.

Cada día, los riñones de una persona filtran unos 180 litros de sangre para producir 1,5 litros de orina, compuesta de desechos y exceso de líquido. Si estos fallan, el cuerpo y los demás órganos comienzan a resentirlo casi de inmediato.

Por ello, es fundamental mantenerlos sanos y buscar la manera de fortalecerlos y eso se logra a través de una buena alimentación y para que puedan realizar sus funciones de manera adecuada lo ideal es consumir ciertas vitaminas que impactan directamente y de forma positiva a los órganos más vitales del cuerpo.

El cuerpo humano requiere de trece vitaminas fundamentales para su funcionamiento adecuado:

• Vitamina A.
• Vitamina C.
• Vitamina D.
• Vitamina E.
• Vitamina K.
• Vitamina B1 (tiamina).
• Vitamina B2 (riboflavina).
• Vitamina B3 (niacina).
• Vitamina B6 (piridoxina).
• Vitamina B12 (cianocobalamina).
• Folato (ácido fólico y B9).
• Ácido pantoténico (B5).
• Biotina (B6).

Otra de las de las formas más eficaces para mantener los riñones sanos es de la mano de la alimentación, que nos facilitará la filtración renal, por ello, se recomienda el consumo de alimentos ricos en oxalato como:

• Arándanos. Destacan por su aporte en fibra, vitamina C, K y antioxidantes, por sus pocas calorías, tienen un bajo contenido en potasio, sodio y fósforo, que los hace especialmente adecuados para los riñones.
• Fresas. Son ricas en antioxidantes, que nos ayudan a proteger el organismo del daño oxidativo, y contiene dos tipos de fenoles, antocianinas y elagitaninos, que mejoran la función renal. Además, son una gran fuente de vitamina C, manganeso y fibra.
• Cítricos. Cuanta más vitamina C, mejor para los riñones. Naranjas o limones contienen vitamina C en abundancia y nos ayudará a disminuir el riesgo de formación de cálculos renales.
• Cebolla. Al contener vitaminas C, E y del grupo B, además de minerales como el cobre o el manganeso, destaca también en la lista de alimentos beneficiosos, sobre todo por su contenido en antioxidantes y agua, que ayudan en la eliminación de toxinas.
• Frutos secos. Las nueces, los cereales integrales (trigo, arroz, avena o maíz integrales), las legumbres o los lácteos bajos en grasa también nos ayudarán a mantener más sanos nuestros riñones.