El intenso ruido de las balas despertó a los habitantes del municipio de Cuauhtémoc. Eran cerca de las 4:40 de la mañana del 31 de julio cuando el estruendo de una granada cimbró una casa de la calle Niños Héroes, al ruido siguieron las llamas. La casa que se incendiaba se encuentra en los límites de Zacatecas y Aguascalientes, una de las plazas en disputa entre el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) y el Cártel de Sinaloa (facción Mayo Zambada).
Algunos vecinos indicaron a medios locales que varios hombres llegaron al lugar y con armas de grueso calibre comenzaron a disparar al inmueble; segundos después abrieron la puerta y lanzaron una granada en su interior. No se reportaron víctimas y tampoco detenidos, pues cuando la policía llegó los responsables ya habían escapado.
En el municipio vecino de Villanueva, Zacatecas, el pasado 26 de julio se reportó el hallazgo de cinco cuerpos abandonados sobre la carretera federal; además, se indicó que en días previos ocho personas fueron secuestradas: a una la encontraron sin vida.
En el mismo municipio, un patrullaje de efectivos del Ejército Mexicano terminó con el desmantelamiento de campos de adiestramiento criminal, los cuales estaban ubicados en las zonas serranas de las comunidades de La Quemada y San Isidro. No se precisó que grupo delictivo era el responsable de los narcocampamentos.
Por estos hechos violentos se tomó la decisión de reforzar la seguridad en la región con el despliegue de elementos de la Guardia Nacional, Ejército Mexicano y de las policías Municipal y Estatal para patrullar las zonas agrícolas, la sierra y la frontera con Aguascalientes, dónde la presencia de hombres armados a bordo de vehículos -según sus propios pobladores- es una constante.
“Se que las cosas no son fáciles, pero imagínense si no tuviéramos el respaldo del Estado; Mi reconocimiento a la Policía Estatal destacamentada en el municipio. A estas horas se encuentran aún en recorridos de vigilancia, toca nuestra parte no exponernos y seguir construyendo mejores humanos y mejor sociedad”, escribió Francisco Javier Arcos, alcalde de Cuauhtémoc, tras anunciar el despliegue de las fuerzas del orden.
La disputa por Zacatecas
El incremento de la violencia en la zona ocurre en días posteriores a la detención de El Mayo Zambada, exlíder del Cártel de Sinaloa y cuyos brazos armados pelean con el CJNG el control del corredor entre Zacatecas, Jalisco, Aguascalientes y San Luis Potosí.
Controlar la región implica tener el dominio de las rutas para el trasiego de drogas que van desde Colima, Guerrero, Michoacán, Guanajuato y Jalisco hacia los estados del norte, es por ello que los enfrentamientos entre El Mayo Zambada y Nemesio “El Mencho” Oseguera Cervantes se concentraron en esas plazas.
Conviene recordar al menos tres hechos que demuestran esta guerra entre grupos criminales. El primero de ellos se documentó en diciembre de 2023, cuando seis personas fueron asesinadas en la comunidad de Boquilla del Carmen, Villanueva, víctimas -presuntamente- de un enfrentamiento entre sicarios del CJNG y del Cártel de Sinaloa. En esa misma región, en septiembre del año pasado se denunció la masacre de seis jóvenes presuntamente confundidos con criminales por los hombres de “El Mencho”.
El segundo hecho tuvo lugar en el municipio de Moctezuma, San Luis Potosí, cerca de la frontera con Zacatecas; ahí se reportó a principios de marzo de 2024 una intensa balacera entre células del Cártel de Sinaloa y CJNG. Aunque al final de la jornada no se registraron personas sin vida ni heridos, sí se documentaron bloqueos carreteros, autos incendiados y varios vehículos destruidos por los impactos de balas de grueso calibre.
La violencia en la región no es nueva. El 25 de junio de 2021 un enfrentamiento entre ambas cárteles dejó como saldo a 18 personas sin vida en una comunidad del municipio de Valparaíso, Zacatecas. Cuando las autoridades llegaron al lugar -más de seis horas después- encontraron en una de los vehículos abandonados chalecos con las letras CJNG.
Entre las teorías que abundan tras la captura de El Mayo Zambada, se encuentra una que apunta a una posible escalada de violencia en las plazas que el también llamado “Señor del Sombrero” controlaba o disputaba con otros cárteles, siendo sus principales rivales el CJNG en Zacatecas, Aguascalientes, San Luis Potosí, Guanajuato y Chiapas, y Los Chapitos, en la región de Sonora y Baja California.