Así escaparon más de 400 personas en Chiapas tras ser atacadas por el narco con drones

Alrededor de 400 residentes de la comunidad Nuevo Reforma, en el municipio de Chicomuselo, ubicado en la Sierra Madre de Chiapas, se vieron forzados a abandonar su hogar entre el lunes y el martes tras un ataque con bomba lanzada por un dron en el centro del poblado, según informaron los habitantes locales.

La agresión, atribuida a uno de los grupos del crimen organizado que se disputan el territorio, ocurrió el lunes por la mañana, cuando un dron voló cerca de la cancha de baloncesto de la comunidad y dejó caer el artefacto explosivo. Este suceso obligó a los residentes a buscar refugio en sus viviendas hasta que, minutos después, se desplazaron hacia comunidades cercanas.

Los residentes, al principio se refugiaron en sus casas, pero poco después se vieron obligados a desplazarse hacia comunidades cercanas en busca de seguridad. Temiendo por sus vidas, los habitantes, incluyendo hombres, mujeres y niños, se trasladaron en vehículos hacia un embarcadero en la presa La Angostura para huir hacia municipios del altiplano chiapaneco por medio de lanchas. Buscaron refugio en iglesias evangélicas, así como con familiares y conocidos en otros pueblos.

Desde hace 15 días, habitantes de comunidades y ejidos de Chicomuselo, han abandonado sus hogares para buscar refugio en otros pueblos de la región de la Sierra. En Siltipec, hay un grupo de 250 desplazados que se encuentran en la clínica del lugar.

Ayer, reportan que unas 800 personas, aproximadamente, niños y mujeres la mayoría de la comunidad La Esperanza en Chenalhó, Chiapas, dejaron sus viviendas después de que integrantes del grupo armado Los Herrera dispararon contra ese poblado.

El 21 de julio, organizaciones de derechos humanos de la frontera sur de México advirtieron sobre enfrentamientos entre bandas criminales que disputan el control de la frontera entre México y Guatemala. Estos enfrentamientos han afectado al menos 14 municipios en las regiones Sierra y Fronteriza de Chiapas desde el 14 de julio, poniendo a la población en un “riesgo inminente” y resultando en el reclutamiento forzado de civiles.

Hasta el momento, se ha reportado que la violencia en esta zona de Chiapas ha dejado desoladas al menos una docena de comunidades serranas, como Nueva Morelia, Jolentón, Nuevo Piedra Labrada, y 20 de noviembre, entre otras. La huida de estos habitantes ha dejado sus patrimonios y ha incrementado significativamente el desplazamiento forzado, con algunas familias huyendo incluso al país vecino, Guatemala, para salvaguardar sus vidas. Inicialmente se informó del desplazamiento de unas 500 personas.

Actualmente, los más de 400 refugiados en Guatemala continúan en 13 albergues instalados en escuelas rurales y aulas deportivas en la municipalidad de Cuilco. Estos espacios temporales ofrecen refugio momentáneo a quienes han dejado todo para escapar de la violencia en su país.

La situación no ha recibido una respuesta oficial clara por parte de las autoridades. A pesar de que la violencia se ha intensificado en los últimos 20 días, no ha habido comunicados oficiales ni se han tomado medidas significativas para controlar la situación.