Por qué la explotación laboral podría considerarse trata de personas, según la ley

Las jornadas extensas de trabajo pueden tener repercusiones en la salud física y mental de los empleados

Guardar

Nuevo

La importancia de establecer jornadas de trabajo razonables no puede subestimarse, ya que tiene un impacto directo en la calidad de vida y la salud general de los trabajadores.-(Imagen Ilustrativa Infobae)
La importancia de establecer jornadas de trabajo razonables no puede subestimarse, ya que tiene un impacto directo en la calidad de vida y la salud general de los trabajadores.-(Imagen Ilustrativa Infobae)

La cultura del trabajo en México comúnmente está enfocada en dar todo por la empresa a la que pertenecen los empleados, con poca consideración -o nula- hacia sus vidas fuera de lo profesional, en donde se incluyen temas de salud, familia, intereses y desarrollo personal. En un ciclo desfavorecedor para los trabajadores mexicanos, altas jornadas laborales se cruzan con bajos salarios y pocos días de descanso, así como con otras condiciones que ponen sus empleadores, lo cual deriva en problemas de salud física y mental.

Es un mal hábito de las empresas orillar a sus empleados a buscar empatar las pocas vacaciones que pueden tomar con algún día feriado, y solo así tener una extensión de sus descansos, o que los empleados deban poner al último sus necesidades y las de sus familias, o cuestiones básicas como tomar los alimentos sin presiones de tiempo.

Esto se debe principalmente a las cargas excesivas de trabajo. De acuerdo con la organización de investigación independiente World Population Review, el promedio anual de horas trabajadas en México es de 2 mil 148 horas, lo que lo convierte en el país con mayor exceso de trabajo en el mundo. Según cifras de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), en el país el 27% de los empleados trabajan largas horas en un trabajo remunerado, pero el promedio es del 10 por ciento. De la misma forma, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) señala que el tiempo recomendado de trabajo es de 40 horas por semana.

¿Trabajar más de ocho horas al día es trata de personas?

Tener políticas que favorecen un equilibrio adecuado entre el trabajo y la vida personal también beneficia a las organizaciones y la sociedad en su conjunto, al reducir los costos asociados a las enfermedades y mejorar la productividad y el bienestar.
Tener políticas que favorecen un equilibrio adecuado entre el trabajo y la vida personal también beneficia a las organizaciones y la sociedad en su conjunto, al reducir los costos asociados a las enfermedades y mejorar la productividad y el bienestar.

Aunque se están haciendo esfuerzos por reducir las jornadas de los mexicanos, la realidad es que trabajar más de ocho horas al día podría ser considerado como tratamiento de personas bajo la nueva reforma a la Ley General para Prevenir, Sancionar y Erradicar los Delitos en Materia de Trata de Personas en México. Esta legislación, que entró en vigor en junio de 2024, amplía la definición de explotación laboral para incluir jornadas que superen las 48 horas semanales y las nueve horas extras permitidas por la Ley Federal del Trabajo.

La normativa establece un límite de 48 horas semanales y un máximo de ocho horas diarias para jornadas diurnas. Sin embargo, en México es común que muchas personas trabajen más de estas horas sin recibir la compensación adecuada. Según la nueva reforma, se reconocerá ahora que las jornadas laborales excesivas, especialmente si son permanentes y no se compensan correctamente, pueden constituir explotación laboral. Esta consideración puede llevar a sanciones de entre tres y 10 años de prisión para quienes no respeten estas regulaciones.

La reforma tiene como objetivo proteger a los trabajadores de condiciones laborales abusivas, donde se les obliga a trabajar más allá de los límites legales sin la debida remuneración. Este tema es especialmente relevante en sectores donde las largas jornadas laborales son comunes y los trabajadores pueden sentirse presionados a aceptar estas condiciones por miedo a perder su empleo.

Recientemente, el 30 de julio, se conmemoró el Día Internacional Contra la Trata de Personas, y si bien anteriormente se asociaba la trata de personas mayormente con el maltrato físico visible, las jornadas extensas también pueden caer en esta categoría debido a los abusos psicoemocionales en los espacios de trabajo. “La trata implica obtener un beneficio de una persona sometida a esta situación, ya sea comercializando a la persona o explotando su trabajo. Esto genera un beneficio económico para el explotador, mientras que la persona explotada no recibe el mismo beneficio y sufre tanto físico como emocionalmente”, afirmó Cinthya Susana Acosta Ugalde, coordinadora de la Comisión Interna para la Igualdad de Género de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Acatlán en entrevista con El Economista.

El alcance de estos abusos no se limita simplemente a largas jornadas laborales. También incluye castigos y represalias hacia los trabajadores por no cumplir con horarios abusivos. Acosta Ugalde señaló: “La reforma busca limitar estas jornadas y mejorar la organización del trabajo en México, donde la productividad no siempre corresponde al número de horas trabajadas”.

Extensas jornadas laborales afectan la salud mental

Tener un equilibrio entre la vida laboral y la personal permite un mejor bienestar integral.
Tener un equilibrio entre la vida laboral y la personal permite un mejor bienestar integral.

Trabajar más horas de las que establece la regulación laboral puede derivar en múltiples problemas para la salud mental y física de los empleados. La carga excesiva de trabajo no solo pone en riesgo el bienestar emocional y psicológico de los trabajadores, sino que también afecta gravemente su salud física, conduciendo a situaciones de discriminación por género en ciertos casos.

Múltiples estudios han demostrado que extender la jornada laboral más allá de las ocho horas diarias o 48 horas semanales se asocia con un mayor riesgo de desarrollar trastornos mentales como la ansiedad y la depresión . Investigadores han encontrado que ciertas poblaciones, especialmente mujeres que trabajan más horas, están más propensas a sufrir de mala salud mental. Un estudio específico que se realizó en Australia evidenció que aquellos grupos que trabajaron entre 49 y 59 horas y más de 60 horas por semana, informaron tener una peor calidad de salud mental. Esta situación fue especialmente notable en el grupo femenino, resaltando una diferencia de género en cuanto a los efectos del trabajo prolongado.

Por su parte, una investigación realizada a cabo en Japón analizó a los estudiantes de medicina que trabajaron jornadas de 90-99 horas y más de 100 horas semanales. Los resultados mostraron que estos estudiantes tenían un mayor riesgo de desarrollar depresión en comparación con aquellos que trabajaban menos de 60 horas por semana. Además, se logrará una compensación entre largas jornadas laborales y un aumento en las tasas de suicidio entre los hombres japoneses, según datos recogidos en la misma nación.

Además de los riesgos mentales, las jornadas laborales prolongadas están asociadas a un aumento en los problemas de salud física. Se ha encontrado que trabajar más allá de los límites legales puede incrementar el riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares. En los hombres, este tipo de jornadas están fuertemente relacionadas con un mayor consumo de alcohol y un aumento en los casos de hipertensión arterial. Por otro lado, en las mujeres el impacto es más notable en la salud mental. Otra consecuencia de las largas jornadas de trabajo, especialmente aquellas que se realizan en turnos nocturnos, es la afectación negativa en la calidad y cantidad de sueño, según diversos estudios. Las mujeres parecen ser particularmente vulnerables a este factor.

Asimismo, se ha identificado un incremento en el riesgo de accidentes laborales, la fatiga crónica, enfermedades músculo-esqueléticas y diabetes entre aquellos que extienden sus horas laborales más allá de lo permitido legalmente. Estos hallazgos sugieren que trabajar jornadas extensas, de manera sostenida en el tiempo, puede tener serias y potencialmente peligrosas consecuencias para la salud física y mental de los empleados.

Para mitigar estos riesgos, es esencial que tanto los obstáculos como los responsables de la política laboral promuevan horarios de trabajo sanos que no sobrepasen los límites legales. Además, deben implementarse y reforzarse medidas de protección para garantizar que los derechos de los trabajadores sean respetados y que se mantengan condiciones laborales seguras y justas.

Guardar

Nuevo