En 1986, el Departamento de Estado de Estados Unidos (EEUU) implementó el Programa de Recompensas por Narcóticos (NRP, por sus siglas en inglés) como una estrategia para capturar a los operadores criminales más buscados y llevarlos ante la justicia.
A través de dicho Programa, el Departamento de Estado está autorizado para ofrecer determinada cantidad de dinero —que puede llegar hasta los USD 25 millones— a cambio de información que conduzca a la detención o condena de miembros del crimen organizado.
Desde entonces, diversos narcotraficantes mexicanos han figurado en la lista de objetivos prioritarios de EEUU y la Administración de Control de Drogas (DEA). Hasta el pasado 25 de julio, Ismael ‘El Mayo’ Zambada, líder del Cártel de Sinaloa, era el capo por quien se ofrecía la mayor recompensa: USD 15 millones.
Sin embargo, tras la detención de ‘El Mayo’ el jueves pasado en El Paso, Texas, ahora son tres narcotraficantes por quienes EEUU ofrece una de las recompensas más altas. Por los hermanos Iván Archivaldo y Jesús Alfredo Guzmán Salazar (hijos de Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán y líderes de la facción del Cártel de Sinaloa conocida como ‘Los Chapitos’) y por Nemesio Oseguera Cervantes, alias ‘El Mencho’, líder del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), se ofrecen hasta USD 10 millones.
No obstante, detrás de estos narcotraficantes de alto nivel se encuentra otro viejo capo de la droga por quien EEUU llegó a ofrecer una mayor recompensa (aunque de manera gradual), considerada como una de las más prominentes en toda la historia.
Se trata de Rafael Caro Quintero, fundador del extinto Cártel de Guadalajara, del que también formó parte Miguel Ángel Félix Gallardo. A partir de la década de 1970, se dedicó al cultivo, envío y distribución de marihuana a territorio estadounidense.
Si bien Caro Quintero fue un narcotraficante de alto rango, su nombre cobró mayor relevancia en 1985, tras su implicación en el asesinato del agente de la DEA, Enrique ‘Kiki’ Camarena. Debido al impacto que tuvo este crimen en México y EEUU, Quintero huyó a Costa Rica, donde fue detenido y posteriormente extraditado a su país natal.
Si bien fue condenado a 40 años de prisión por asesinato, salió libre en agosto de 2013, luego de que un tribunal federal determinara que fue juzgado indebidamente. Un año después, en agosto de 2014, un tribunal federal emitió una nueva orden de detención contra Caro Quintero y desde entonces fue declarado como un fugitivo.
En un primer momento, la DEA ofreció hasta USD 5 millones por la captura de Caro Quintero. En junio de 2014 la agencia estadounidense dio a conocer que en Phoenix, Arizona, se instalaron unas vallas publicitarias en las que se anunciaba la recompensa ofrecida por el narco mexicano.
En abril de 2018, Caro Quintero fue incluido en la lista de los “diez fugitivos más buscados” del Buró Federal de Investigaciones (FBI), por lo que se tuvo que aumentar la recompensa a USD 20 millones, considerada como una de las más altas en la historia del Programa, superando así la que se ofrecía por ‘El Mayo’ Zambada.
En julio de 2022, Caro Quintero fue recapturado en Choix, Sinaloa, y posteriormente fue trasladado al Centro Federal de Readaptación Social No. 1, también conocido como penal del Altiplano, ubicado en el Estado de México, donde permanece hoy en día.
No obstante, EEUU aún busca su extradición, toda vez que es requerido por la Corte Federal del Distrito Central de California por ocho cargos criminales, incluido el secuestro y asesinato de ‘Kiki’ Camarena.