Julio César Almanza Armas, presidente de la Federación de Cámaras de Comercio (FECANACO) en Tamaulipas, fue asesinado la tarde del martes 30 de julio en Matamoros, pocas horas después de haber denunciado públicamente la grave situación de inseguridad que afecta a los comercios de la región tras la oleada de cierre de tiendas OXXO en Nuevo Laredo.
En una entrevista para Milenio Televisión otorgada el 29 de julio, Almanza había alzado la voz contra las extorsiones y cierres de tiendas debido a la violencia que se vive en la entidad, señalando la urgente necesidad de la intervención del gobierno federal ante el temor y la incertidumbre que viven no sólo los empresarios sino también la ciudadanía.
Almanza fue claro al señalar que los empresarios, tanto a nivel local como nacional, están enfrentando una escalada de amenazas y extorsiones por parte de la delincuencia organizada.
Con una voz cargada de preocupación y urgencia, Almanza expresaba la desesperación de los comerciantes cuyos negocios se han visto gravemente afectados. Comentó que las extorsiones eran una realidad cotidiana que los obligaba a tomar decisiones drásticas, como el cierre de tiendas para proteger a sus empleados y clientes.
“Nuestra preocupación, nuestro llamado es lógicamente al gobierno federal, para que ponga atención en el gabinete de seguridad, la Secretaría de Gobernación. Creemos que es momento de que tengamos una reunión, de que vengan a Tamaulipas, y escuchen de viva voz al sector empresarial y a la sociedad de Tamaulipas, de lo que está pasando para poder juntos recuperar el estado de derecho y la paz social que tanto anhelamos en nuestro estado.”
Al hablar sobre la situación de las tiendas OXXO, Almanza relató que estas tiendas se vieron forzadas a cerrar, generando pérdidas económicas significativas. Según el empresario, en tan solo cinco días de cierre las pérdidas ascendían a 50 millones de pesos. Pero más allá del impacto financiero, Almanza subrayaba la profunda afectación social que esto suponía, ya que las tiendas no solo vendían productos esenciales, sino que también funcionaban como centros para el pago de servicios.
“Lamentablemente esto es un tema de delincuencia organizada y tiene que entrar también el gobierno federal, tenemos que ser más contundentes y tiene que entrar la fuerza del estado mexicano”, subrayó.
Almanza hizo un llamado vehemente a los tres niveles de gobierno para que se involucraran en la creación de una estrategia efectiva que permitiera devolver la seguridad a la región. Indicó que no solo se trataba de los cierres en Nuevo Laredo, sino que también había alertas emitidas por las autoridades estadounidenses para otras zonas como Reynosa y Matamoros.
De igual forma, el representante de la IP urgió al gobernador a replantear la estrategia de seguridad, destacando que la colaboración entre los tres niveles de gobierno era crucial para abordar el problema de manera integral.
“Es importante que se involucren los tres niveles de gobierno para ordenar las estrategias y nosotros como cámaras nos ofrecemos a coadyuvar para el restablecimiento de la paz”, dijo.
Almanza se comprometió a seguir denunciando públicamente lo que estaba ocurriendo y apoyando a las empresas afectadas. Subrayó la solidaridad con FEMSA y otras empresas que, al cerrar sus puertas, buscaban llamar la atención del gobierno sobre la necesidad urgente de medidas de seguridad.
Su asesinato
Julio Almanza Armas fue asesinado cuando llegaba a las oficinas de la Cámara de Comercio en Matamoros. Los informes preliminares indican que el ataque ocurrió al arribar a las instalaciones en su camioneta, una Grand Cherokee blanca, en la calle España y 14, colonia Buenavista.
Testigos señalaron que los agresores, a bordo de dos motocicletas, dispararon al empresario, quien se encontraba acompañado por su hermana Silvia Almanza.
La Vocería de Seguridad de Tamaulipas confirmó el fallecimiento a las seis de la tarde, horas después del atentado: “Confirmamos y lamentamos profundamente el fallecimiento de Julio Almanza Armas, tras recibir impactos de arma de fuego frente a las oficinas de la CANACO de Matamoros en la colonia Buenavista de esa ciudad”.
Las autoridades continúan investigando para dar con los responsables del homicidio.