El colágeno es una proteína esencial que juega un papel crucial en la salud de la piel, al darle estructura, firmeza y elasticidad, mantenerla hidratada, ayudar en el proceso de cicatrización y facilitar la regeneración celular.
Con la edad, la producción de colágeno disminuye, propiciando lla aparición de arrugas y flacidez. Es por ello que se aconseja incrementar el consumo de alimentos ricos en esta proteína.
Entre los platillos recomendados está el caldo de huesos, pues la estructura ósea y cartílagos son una importante fuente de este vital elemento para mantener la piel joven.
Para aprovechar al máximo los beneficios, lo mejor es optar por tiempos de cocción prolongados para que el colágeno y otros nutrientes se extraigan de manera efectiva.
Este tip no es el único, también es recomendable incluir ingredientes ricos en vitamina C para mejorar la absorción del colágeno.
La vitamina C protege las moléculas de colágeno existentes del daño oxidativo causado por radicales libres, manteniendo la integridad y funcionalidad de los tejidos. En ese sentido es recomendable agregar al caldo de huesos alimentos ricos en ácido ascórbico como pimiento rojo, espinaca y col rizada.
Un ingrediente más que puede enriquecer el platillo es la cebolla, pues es rica en quercetina, un flavonoide con propiedades antioxidantes, que puede ayudar a proteger las células de la piel del daño oxidativo, lo cual es crucial para mantener la integridad del colágeno
Estas verduras no solo aportan sus propios nutrientes beneficiosos, sino que también realzan el sabor del caldo, haciéndolo más agradable al paladar.
¿Cómo preparar caldo de huesos?
Ingredientes: 1 kg de huesos de res o pollo (preferiblemente con algo de carne y médula), 1 pimiento rojo cortado en tiras, 2 tazas de espinacas frescas, 2 tazas de col rizada fresca picada, 2 zanahorias cortadas en rodajas, 1 cebolla grande picada, 4 dientes de ajo picados, 2 ramas de apio cortadas en trozos, 2 hojas de laurel, 1 cucharada de granos de pimienta negra, 2 cucharadas de vinagre de manzana, sal al gusto, 3 a 4 litros de agua y hierbas frescas como perejil, tomillo o romero para dar más sabor.
Instrucciones:
- Preparación de los huesos:
Si deseas un caldo con más sabor, puedes tostar los huesos en el horno a 200°C durante 30 minutos antes de empezar. Esto es opcional. - En una olla grande:
Coloca los huesos y cúbrelos con agua fría.
Añade las 2 cucharadas de vinagre de manzana. Esto ayuda a extraer los minerales del hueso durante la cocción.
Deja reposar durante 30 minutos. - Añadir los vegetales y especias:
Agrega la cebolla, zanahorias, apio, ajo, hojas de laurel y granos de pimienta negra a la olla.
Añade el pimiento rojo cortado en tiras. - Cocción:
Lleva la mezcla a ebullición a fuego medio.
Reduce el fuego y deja hervir a fuego lento. Cocina a fuego lento durante al menos 12 horas, idealmente 24 horas para obtener un caldo más concentrado. Puedes escumar las impurezas que suban a la superficie durante las primeras horas de cocción. - Añadir espinacas y col rizada:
Aproximadamente 30 minutos antes de que el caldo esté listo, añade las espinacas y la col rizada picada. Estas verduras no necesitan mucho tiempo de cocción y así mantendrán más de sus nutrientes. - Para finalizar el caldo:
Retira los huesos y vegetales grandes con una espumadera.
Cuela el caldo a través de un colador fino o una gasa para eliminar las partículas pequeñas.
Sazona con sal al gusto.
Puedes disfrutar el caldo directamente como sopa o utilizarlo como base nutritiva para otras recetas. Además, se puede mantener en el refrigerador hasta por una semana y en el congelador por varios meses.