El padre de Omar García Harfuch, Javier García Paniagua, y su abuelo Marcelino García Barragán tienen décadas de estar presentes con la vida política, ambos formados en el Colegio Militar mexicano, vinculado con el partido más longevo de México, el Partido Revolucionario Institucional (PRI), incluso involucrados en hechos que marcaron la historia del país, como fue la matanza de Tlatelolco.
Omar García Harfuch siguió los pasos de su padre y abuelo, especializándose en temas de seguridad e involucrándose en la política mexicana, llegó como secretario de Seguridad Ciudadana de la CDMX, en el gobierno de Claudia Sheinbaum Pardo, lo que sentó las bases para que con su resultado llegara a ocupar un cargo federal.
En tanto, una reciente revelación realizada por la revista Proceso, señala que Javier García Paniagua, padre de García Harfuch, tenía ambiciosas aspiraciones en la política, conforme fue ganando terreno dentro del PRI y su influencia en la Dirección Federal de Seguridad (DFS) el político apuntaba a la presidencia de la República mexicana.
De acuerdo con el reporte biográfico de García Paniagua, citado por Proceso, señala que sufrió un accidente en el Colegio Militar que lo inhabilitó para el servicio, motivo porque fue dado de baja. Sin embargo, seguía involucrado en la política, en un informe del 27 de enero de 1970 señala que buscaba la candidatura del PRI por el distrito de Autlán, Jalisco.
Fue una década después, el 19 de marzo de 1981, cuando García Paniagua llegó a la dirigencia nacional del Partido Revolucionario Institucional. Decisión que provocó interés entre cinco directivos del Comité Central Estatal del Partido Comunista Mexicano en Tabasco, derivado a que “todos saben de la fama de ser el hijo del genocida más grande del 68″.
Ese mismo año, el entonces dirigente del PRI, de acuerdo con Proceso, Javier Paniagua aspiraba a la candidatura priista a la presidencia, aunque, “al igual que cuando intentó llegar a la gubernatura de Jalisco, fue descartado”.
En su lugar, llegó Miguel de la Madrid como candidato presidencial del PRI para el sexenio 1982-1988, ello provocó que el padre de Omar García Harfuch renunciara a la dirigencia del PRI y fuera nombrado como secretario del Trabajo y Previsión Social en el gobierno de López Portillo, aunque sólo estuvo algunos meses al frente de la institución.
Sin embargo, no fue el único desaire que sufrió Javier García, pues -según Proceso- que no lograra la candidatura presidencial y se asignara a Miguel de la Madrid provocó un rompimiento con el PRI; intentó competir por la gubernatura de Jalisco, pero no logró tener el apoyo suficiente por la supuesta mala relación que tenía con el entonces presidente de la República.
En lugar de Javier se le otorgó la gubernatura a Enrique Álvarez del Castillo.