Resguardan más de 2 mil piezas de productos “milagro” en la CDMX: cuáles son y qué riesgos tienen

La Secretaría de Salud de la Ciudad de México (CDMX) por medio de la Agencia de Protección Sanitaria (Agepsa) dio a conocer que a lo largo de esta administración se han asegurado y destruido 376 kilogramos, 94 litros y 2 mil 653 piezas de “productos milagro”.

La dependencia anunció que los también llamados “productos engaño” no cumplian con las disposiciones sanitarias correspondientes, ya que comparten información engañosa, con la que prometen efectos terapéuticos sin tener evidencia científica sobre una efectividad comprobada, por lo que su consumo puede representar un riesgo para las personas que lo utilizan o para quienes lo recomiendan.

Este tipo de productos le prometen al público diversos beneficios sin dar cuenta exacta de su composición, por lo que no garantizan ningún nivel de seguridad en su elaboración, almacenamiento y venta, ya que ni cuentan con registro ni autorización sanitaria.

La Agepsa apuntó que ha encabezado la divulgación de 24 alertas sanitarias sobre marcas y productos cuya comercialización atribuye de manera exagerada propiedades terapéuticas o curativas o que contienen componentes que pueden ser considerados como peligrosos.

Entre algunos de los “milagro” que la dependencia compartió se encuentra: Cicatrisan, Cardio Active, Volumin, Chupapanza, Riñón Vida Plus Max y Prostaliv.

La Agepsa compartió una serie de recomendaciones para que sea sencillo poder reconocer este tipo de productos y son las siguientes:

- Desconfíe de cualquier producto que asegura la cura o desaparición de múltiples padecimientos, o de enfermedades crónicas como cáncer, diabetes, entre otras.

- Ignore productos que no presentan información precisa sobre el lugar de elaboración o fabricante, ni las sustancias y cantidades que contiene, o no presenta número de lote y fechas de caducidad.

- Deseche aquellos productos que utilizan publicidad basada en elementos que se pueden considerar vistosos y llamativos que enfatizan el efecto curativo que ofrecen. Un ejemplo que compartió la dependencia es que se hace uso de fotografías de los órganos asociados o utilizando nombres con referencia directa al padecimiento a atender.

- Sospeche de productos que presentan el aval o testimonio de figuras públicas, o de organizaciones médicas o científicas inexistentes.

- Desconfíe de los productos que se ofrecen para consumir sin la exigencia de una revisión médica o promocionan su carácter alternativo; y no acepte productos que carezcan del registro sanitario, por parte de las autoridades sanitarias.

Del mismo modo, Agepsa compartió que es importante que el uso de tratamientos médicos sean indicados por un profesional de la salud competente y que el consumo de cualquier medicamento debe estar acompañado de un diagnóstico adecuado.