Fiscalía revela nuevos detalles del asesinato de Héctor Melesio Cuén Ojeda, diputado federal electo

El exrector de la UAS recibió cuatro impactos de bala, según las investigaciones

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Héctor Melesio Cuén Ojeda fue atacado a tiros al interior de un vehículo.
CUARTOSCURO
Héctor Melesio Cuén Ojeda fue atacado a tiros al interior de un vehículo. CUARTOSCURO

La Fiscalía General del Estado (FGE) de Sinaloa convocó la mañana del 29 de julio a una breve conferencia de prensa para compartir algunos avances en la investigación por el asesinato de Héctor Melesio Cuén Ojeda, diputado federal electo y exrector de la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS).

Sara Bruna Quiñonez, titular de la corporación, advirtió que no respondería preguntas de los medios y ofreció información obtenida en entrevistas a Fausto Ernesto Corrales, quien acompañaba a Cuén Ojeda al momento del ataque.

En sus declaraciones, Fausto Corrales explicó que tenía una estrecha relación de amistad con la víctima y mencionó que es hijo de Víctor Antonio Corrales Burgueño, exrector de la UAS y actual presidente del Partido Sinaloense (PAS) en sustitución de Cuén Ojeda.

Su testimonio expone que visitó a Cuén Ojeda el día 24 de julio, debido a que había sido sometido a una intervención quirúrgica por un problema de salud. En ese encuentro, el hoy occiso le pidió a Fausto Corrales que lo llevara a una reunión con abogados, pactada para el 25 de julio, debido a que él no podía manejar.

“El día 25 de julio acudió al domicilio de la víctima y una vez en el mismo abordaron la unidad de referencia [...] Ambos se dirigieron a desayunar por el lado de Bacurimi y posteriormente acudieron al Campestre Condado de San Francisco, al norte de la ciudad”, expuso la fiscal Quiñonez Estrada.

Fiscal Sara Bruna Quiñonez en conferencia de prensa. (Cortesía)
Fiscal Sara Bruna Quiñonez en conferencia de prensa. (Cortesía)

La versión de Fausto Corrales señala que los abogados y Cuén Ojeda habían acordado verse en dicho condado para revisar “asuntos legales”. El testigo y la víctima los esperaron en una finca durante un tiempo especificado, pero los abogados nunca llegaron.

Por la noche del mismo 25 de julio, cuando se dirigían de regreso a Culiacán, decidieron hacer una parada a la altura del poblado La Presita para cargar combustible a una gasolinera.

“Al estar en ese lugar, dos sujetos jóvenes, ambos del sexo masculino, a bordo de una motocicleta se acercaron y uno de ellos se acercó a la ventana del copiloto, que es donde venía Cuén Ojeda. Dicho sujeto les dijo que se bajaran de la unidad, pero la víctima se opuso”, detalló la funcionaria.

Después de una serie de forcejeos, Fausto Corrales escuchó varios disparos y vio que los presuntos agresores se dieron a la fuga. “Trasladó a la víctima a la clínica Cemsi Chapultepec para que recibiera atención médica, pero durante el trayecto Cuén Ojeda le decía que se sentía muy débil”, agregó la titular de la FGE.

A las 23:17 horas, personal del C4 recibió la alerta sobre la presencia del cuerpo sin vida del exrector de la UAS en el nosocomio, por lo que se dio aviso a las autoridades correspondientes.

La autopsia practicada al cadáver reveló que la causa de muerte fue un choque hipovolémico secundario a laceración de la arteria poplítea —aquella que pasa por detrás de la rodilla y es la encargada de suministrar sangre a la pierna y al pie— del lado derecho, producida por proyectil disparado por arma de fuego. En otras palabras, las heridas de bala que presentaba en la pierna provocaron una pérdida de sangre fatal.

Aunque la fiscal aseguró que no se descartaría ninguna posible línea de investigación, las hipótesis realizadas con base en la información del testigo apuntan al intento de robo de la camioneta como el posible móvil del homicidio.

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