La mañana del 28 de julio, la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) anunció el despliegue de 200 agentes de élite del Ejército Mexicano en Culiacán, Sinaloa, que se suman a los operativos implementados tras el arresto de Ismael ‘El Mayo’ Zambada y de Joaquín Guzmán López, ‘El Güero Moreno’.
Este grupo de elementos forman parte del Cuerpo de Fuerzas Especiales y de la Brigada de Fusileros Paracaidistas, según especificó la corporación a través de un comunicado.
El objetivo de este envío de uniformados a la capital sinaloense es, de acuerdo con la Sedena, “contribuir a inhibir las actividades ilícitas de grupos delictivos, así como preservar y garantizar la libertad, el orden y la paz pública de los habitantes de esa región del país”.
La tarde del pasado 26 de julio, un día después de que se confirmara la captura de ‘El Mayo’ y Joaquín Guzmán, la Sedena anunció el arribo de 200 militares a Culiacán. Con este nuevo grupo ya suman 400 los agentes del Ejército enviados a la ciudad con la encomienda de resguardar la seguridad.
Quienes integran las unidades de Fuerzas Especiales y Fusileros Paracaidistas se caracterizan por su “rapidez, movilidad, capacidad de despliegue y reacción que les permite generar y explotar con eficacia productos de inteligencia, contando con gran variedad de armamento, material, equipo, aeronaves y adiestramiento especializado para operar en cualquier ambiente geográfico”, explicó la dependencia por medio de una tarjeta informativa.
Armados con rifles de asalto y varios ejemplares de fusiles Barret calibre 50, los uniformados llegaron al Aeropuerto Internacional de Culiacán en dos aeronaves, una de la Guardia Nacional y otra de la Fuerza Aérea Mexicana.
“El personal militar actuará en todo momento con firmeza, realizando tareas de disuasión, prevención, patrullajes, reconocimientos y estableciendo puestos militares de seguridad que generen un ambiente de tranquilidad en la población, apegándose a lo establecido en la Ley Nacional Sobre el Uso de la Fuerza y respetando en todo momento los derechos humanos”, estableció la Sedena en el comunicado.
Hasta la mañana del 28 de julio, no existían reportes oficiales sobre alguna reacción violenta de las facciones del Cártel de Sinaloa relacionadas con los recientes aseguramientos, los cuales han sido calificados por autoridades estadounidenses como un duro golpe para la estructura criminal.
“El Mayo y Guzmán López se suman a una creciente lista de líderes y asociados del Cártel de Sinaloa a quienes el Departamento de Justicia está haciendo rendir cuentas en los Estados Unidos. Entre ellos se encuentran el otro cofundador del Cártel, Joaquín Guzmán Loera, o El Chapo; otro de los hijos de El Chapo y supuesto líder del cártel, Ovidio Guzmán López; y el supuesto sicario principal del cártel, Néstor Isidro Pérez Salas, o El Nini”, informó el departamento federal de aquel país.