Este es el efecto de la cúrcuma en el hígado y los riñones

Cómo hemos mencionado antes, la cúrcuma es una planta herbácea de color amarillo intenso que se utiliza comúnmente como especia y colorante en la cocina pero también como medicina natural debido a sus numerosos beneficios para la salud.

Lo anterior se debe a su contenido de curcumina, un compuesto con propiedades antiinflamatorias y antioxidantes que ha sido objeto de numerosos estudios científicos debido a sus enormes propiedades que benefician a diversos órganos y sistemas del cuerpo.

Y sin duda uno de los órganos donde puede tener efectos benéficos, pero también contraproducentes, es en el hígado y los riñones, debido a que en dosis adecuadas los ayuda a tener un mejor funcionamiento, pero consumido en exceso puede dañar su función.

Como mencionamos antes, la cúrcuma, especialmente su componente activo la curcumina, es conocida por sus potenciales beneficios para la salud del hígado y los riñones. Aquí se presentan algunos de los efectos más destacados.

Efectos en el hígado:

• Propiedades antioxidantes: La curcumina actúa como un potente antioxidante, ayudando a neutralizar los radicales libres y reducir el estrés oxidativo en las células hepáticas. Esto puede proteger al hígado de daños causados por toxinas y enfermedades.
• Efectos antiinflamatorios: La inflamación crónica es un factor contribuyente en muchas enfermedades hepáticas, como la cirrosis y la hepatitis. La curcumina puede ayudar a reducir esta inflamación, mejorando la salud hepática en general.
• Regeneración hepática: Algunos estudios sugieren que la curcumina puede promover la regeneración de células hepáticas dañadas, lo que podría ser beneficioso en casos de lesiones hepáticas o enfermedades crónicas

Efectos en los riñones:

• Protección renal: La curcumina puede proteger los riñones contra daños por toxinas y medicamentos, gracias a sus propiedades antioxidantes y antiinflamatorias. Esto es particularmente relevante para personas que toman medicamentos que pueden tener efectos secundarios nefrotóxicos.
• Enfermedades renales crónicas: En estudios con animales, la curcumina ha mostrado potencial para reducir la progresión de enfermedades renales crónicas, disminuyendo la fibrosis renal y mejorando la función renal.
• Reducción de la nefropatía diabética: La curcumina puede ayudar a reducir los efectos adversos de la diabetes en los riñones, como la inflamación y el estrés oxidativo, lo que puede disminuir el riesgo de nefropatía diabética.

Por su parte, el consumo excesivo de cúrcuma puede tener efectos adversos, por lo que siempre es recomendable consultar con un profesional de la salud antes de iniciar cualquier suplementación.

La cúrcuma, aunque generalmente segura cuando se consume en cantidades culinarias, puede tener efectos adversos, especialmente en altas dosis o cuando no se tiene cuidado con la dosis de suplementos, ya que estos suelen venir en mayor concentración. Algunos de estos efectos adversos en el hígado y los riñones incluyen:

Efectos adversos en el hígado:

1. Hepatotoxicidad: En raros casos, el consumo excesivo de curcumina puede causar daño hepático. Esto se debe a que, en altas dosis, algunos componentes pueden ejercer un efecto tóxico sobre las células hepáticas.
2. Interacciones con medicamentos: La cúrcuma puede interactuar con medicamentos metabolizados por el hígado, lo que podría aumentar o disminuir la efectividad de estos medicamentos y potencialmente llevar a toxicidad hepática.
3. Alteración en las enzimas hepáticas: Se han reportado casos donde la cúrcuma altera los niveles de enzimas hepáticas, lo que puede indicar daño hepático o interferencia con la función hepática normal.

Efectos adversos en los riñones:

1. Cálculos renales: La cúrcuma contiene oxalatos, que pueden contribuir a la formación de cálculos renales en personas susceptibles, especialmente si se consume en grandes cantidades.
2. Interacción con medicamentos para los riñones: La cúrcuma puede interactuar con ciertos medicamentos utilizados para tratar enfermedades renales, potencialmente alterando su efectividad y aumentando el riesgo de daño renal.
3. Toxicidad renal: Aunque es raro, la curcumina en dosis muy altas podría ejercer efectos tóxicos directos sobre los riñones, causando daño a nivel celular.

En resumen, aunque los efectos adversos de la cúrcuma son relativamente raros y suelen ocurrir en contextos de consumo excesivo o suplementos concentrados, siempre es recomendable moderar el consumo y consultar a un profesional de la salud antes de iniciar cualquier suplementación, especialmente si se tienen condiciones hepáticas o renales preexistentes.