Lázaro Cárdenas del Río es una de las figuras más destacadas de la historia moderna de México. Es conocido por la serie de reformas sociales, agrarias e industriales que implementó durante su gobierno.
Aunque sin duda el hecho por el que más se le recuerda es la expropiación petrolera en 1938, evento con el que se nacionalizó la industria y nació Petróleos Mexicanos (Pemex).
En la actual administración ha sido señalado por el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) como modelo a seguir en más de una ocasión. Además, se han puesto en marcha diversos proyectos para reinvindicarlo, entre ellas la remodelación de su casa de verano.
La propiedad, conocida como Finca Palmira, se encuentra en el estado de Morelos y desde hace tres años es un centro cultural.
En junio de 2022 Román Meyer Falcón, titular de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu), inauguró la recién remodelada casa.
Como parte de la renovación, fue construida una alberca pública y una fosa de clavados, entre otras áreas recreativas.
Recientemente el inmueble fue visitado por Claudia Sheinbaum, virtual presidenta electa de México y varios funcionarios más, incluido Meyer Falcón y Edna Elena Vega Rangel, quien lo sucederá en la Sedatu.
Esta es la historia de la casa de verano de Lázaro Cárdenas
Lázaro Cárdenas adquirió terrenos para su rancho en Tinguindin en 1931, según informó el cronista Carlos Lavín. Dos años más tarde, en 1933, construyó la casa de descanso Palmira, una amplia casona con robustos muros de tabique, madera y teja. Este inmueble, rodeado de una terraza, un kiosco, jardines, una alberca y diversos árboles frutales, sirvió como refugio para el ex presidente.
El importante despacho ubicado en Palmira es notable por ser el lugar donde se firmó la Expropiación Petrolera, un evento clave en la historia de México.
Parte del terreno fue donado por el presidente para la construcción de la Escuela Secundaria Técnica No. 1 Internado Palmira. Por décadas la casa fue utilizada como residencia para personal administrativo de la institución educativa.
Sin embargo, pese a su valor histórico, quedó en ruinas debido a la falta de mantenimiento y fue hasta 2021 que arrancaron las obras de renovación.
Aunque se hicieron cambios para que el espacio pudiera ser aprovechado para actividades culturales y recreativas, el kiosko y la explanada conservaron su esencia, con el fin de preservar el legado de Lázaro Cárdenas.