Harón Proal nació en la calle Honda de una población llamada Tulancingo, en el estado de Hidalgo el 17 de octubre de 1881, de acuerdo con el libro Herón Proal, los comunistas y la Huelga Inquilinaria de Veracruz de 1922 de Paco Ignacio Taibo II.
Octavo hijo de un comerciante creció en la pobreza y la miseria después de ser abandonado por su padre. Su familia se mudaría a las afueras de la ciudad y sobrevivían gracias al oficio de lavandera de su madre.
Proal fue conocido por ser un dirigente sindical y activista anarquista que impulsó la huelga inquilinaria de 1922, movimiento que surgió por la crisis de vivienda que se vivía en el país.
Quién fue este líder sindical
Hijo de Víctor Proal, de origen francés, Amada Islas, originaria de la Ciudad de México, migró a la Ciudad de México a una edad temprana, donde trabajó en diferentes empleos Heron Proal y la Rebelión Inquilinaria de 1922 de Ricardo Luqueño Romero publicada por El círculo de Estudios de Filosofía Mexicana (CEFIME).
“Es en México donde se acerca a la literatura anarquista y la prensa obrera, la poca suerte lo empuja a alistarse en la marina navegando en el buque-escuela ´Yucatán´ hasta 1903 cuando se instala en el puerto de Veracruz”, menciona Luqueño.
Ahí trabajó como sastre y se involucró en la agitación sindical. Tres años después se integró de lleno al movimiento obrero, colaborando con activistas como Pedro Junco y Úrsulo Galván, líder agrarista mexicano. Su intenso activismo lo convirtió en un líder sindical influyente en Veracruz.
Se juntó con Herminia Cortés con quien tuvo dos hijos: Víctor y Lucina, quienes terminarían la relación con su padre años después, su hijo se iría tras obtener una beca y su hija se iría de casa tras acusarlo de maltrato, huyendo con un anarquista peruano, según el libro Herón Proal.
En 1916, durante el Congreso Preliminar Obrero, Proal se destacó por su postura revolucionaria, impulsando la creación de la Confederación de Trabajadores de la Región Mexicana (CTRM) y fue elegido como su primer secretario general. Sin embargo, la confederación no logró sobrevivir debido a la represión y la crisis económica de la época.
En 1921 se invitó a la Convención Radical Roja, donde se fundó la Confederación General de los Trabajadores (CGT). Proal asistió a este congreso representando al grupo “Antorcha Libertaria” y formó parte de la comisión encargada de revisar las credenciales de los asistentes.
La CGT, primera central nacional independiente, se adhirió inicialmente a la Internacional Sindical Roja de Moscú y se comprometió a organizar a los inquilinos de toda la región para defender los intereses populares.
En febrero de 1922 Proal creó el Sindicato Revolucionario de Inquilinos en el puerto de Veracruz y se reúne con trabajadoras sexuales, quienes se manifestaban por los altos costos de los alquileres, según el artículo Al fondo, a la izquierda en el 22 de la Revista Pacarina del Sur, editada por La Asociación Cultural Latinoamericana Pacarina del Sur.
Las mujeres decidieron declararse en huelga de pagos y días después realizaron una quema simbólica de colchones, secundadas por los vecinos de la zona, quienes también estaban en huelga.
De acuerdo con Taibo II, tras la separación con Herminia Cortés se unió con María Luisa Martín, una joven anarquista que creó la Federación de Mujeres Libertarias, como una extensión del Sindicato de Inquilinos.
Herón continuó dirigiendo el movimiento hasta el 22 de marzo de 1922, cuando las autoridades lo detienen y acusan de haber injuriado al gobierno municipal y federal, aunque sale tiempo después lo acusan de homicidio imprudencial. Sale nuevamente de la cárcel.
Tras un enfrentamiento de policías e inquilinos que resultó en varias mujeres asesinadas y varios heridos, Proal fue acusado junto con sus compañeros de “sedición, tumultos, homicidio, agresión al Ejército e insultos al gobierno federal”:
Sus últimos años en el olvido
En 1923 Proal salió de la cárcel, un año después, con la sucesión presidencial y la imposición de la candidatura de Plutarco Elías Calles muchos grupos se levantaron en armas. Entre el alboroto que hubo en la época la prensa declaró que Herón había sido fusilado.
“Pero Proal usando las redes del Sindicato Inquilinario permaneció oculto en Veracruz durante toda la ocupación delahuertista”, menciona Taibo II.
El 12 de febrero salió de su escondite y organizó una manifestación. Meses después el comité local del Partido Comunista lo acusó de malversación de fondos y lo desconocen como miembro del movimiento.
Un mitin, encabezado por María Luisa trató de capturar a Proal sin éxito.
Finalmente fue expulsado de Veracruz por Plutarco Elías Calles y regresó hasta el final de 1925. En enero de 1926 fue arrestado nuevamente por oponerse a la decisión judicial de retirar las banderas rojas y estrellas de las casas de los inquilinos.
“Herón volvió a Veracruz del exilio interior en 1929, se había separado de María Luisa. Tenía 47 años. El Sindicato Revolucionario de Inquilinos, había desaparecido”, menciona Ignacio Taibo.
Se unió a un movimiento anticlerical que promovía la quema de objetos religiosos. Se casó con Lola Muñóz y tuvo siete hijos, de los cuales sobrevivieron cinco.
“Esperaba uno más a los 71 años, cuando Mario Gill lo entrevistó para escribir su Revolución y extremismo; vivía miserablemente y había sido recientemente despedido de un taller por razones de salud”, continúa el autor.
Herón Proal moriría en abandono y olvido en 1959 a los 77 años.