La Sierra de Guadalupe, un paraje natural que se extiende entre el Estado de México y la Ciudad de México, no sólo es conocida por su riqueza ecológica y su relevancia histórica, sino también por albergar algunas de las leyendas que la han vuelto uno de los sitios con relatos enigmáticos de lo paranormal.
Entre las historias que se cuentan destacan aquellas protagonizadas por presuntas brujas, que se dejan ver a través de supuestas bolas de fuego que de vez en cuando son visibles sobre los árboles.
Según la tradición oral, las brujas de la Sierra de Guadalupe se reúnen en lo más profundo de sus bosques durante las noches más oscuras. Estas reuniones, envueltas en un aura de secretismo, estarían marcadas por la realización de rituales y hechizos que alimentan la rica narrativa del folclore local.
Una de las características más inquietantes de estas leyendas es la supuesta capacidad de las brujas para transformarse en aves nocturnas, especialmente en lechuzas. Se dice que las carcajadas de las brujas pueden escucharse desde la distancia, y que aquellos que se aventuran demasiado cerca de sus lugares de reunión podrían ser objeto de sus maleficios.
Estas historias, transmitidas de generación en generación, han contribuido a mantener viva una parte esencial del patrimonio cultural de la Sierra de Guadalupe, misma que se extiende entre los municipios mexiquenses de Coacalco de Berriozábal, Tultitlán, Tlalnepantla de Baz, Nextlalpan, Tultepec, Melchor Ocampo y Ecatepec de Morelos; así como las alcaldías Gustavo A. Madero y Azcapotzalco de la Ciudad de México.
Tiktoker cuenta su experiencia
Recientemente, Madeinhellx, una usuaria de TikTok conocida por hablar de fantasmas, cine y teorías de la conspiración, compartió un video donde narra una escalofriante experiencia que vivió hace seis años en la Sierra de Guadalupe. En su relato, ella y un grupo de amigos fueron a hacer senderismo con la intención de ver la “Piedra del Sapo”, una formación rocosa frecuentemente visitada por excursionistas.
Según Madeinhellx, partieron desde Coacalco a las 11 de la mañana con el objetivo de acampar en la cima. Después de tres horas de caminata, ella y una amiga se alejaron para ir al baño, perdiendo de vista al resto del grupo. Empezaron a escuchar pasos y, presas del pánico, se quedaron unos minutos agachadas temiendo que fueran criminales, pero al final no vieron a nadie.
Tras regresar con el grupo, la sensación de peligro aumentó cuando se dieron cuenta de que no lograban llegar a la cima, que nadie tenía señal en sus teléfonos ni suficiente batería; de igual forma, ya todos estaban cansados.
A medida que el día avanzaba, se toparon con terrenos cada vez más inclinados y peligrosos. A las cuatro de la tarde, sintieron que algo andaba mal ya que seguían caminando y no veían el fin. Según sus cálculos, máximo debían llegar a las tres de la tarde a la cima, por lo que algo no iba bien.
Decidieron caminar un poco más, porque veían la cima a unos metros, obligados a escalar entre rocas y ramas, pero la cima del cerro nunca parecía llegar, y empezaron a pensar que una bruja los había desviado con algún tipo de encantamiento.
“Nos esforzamos mucho para caminar porque la cima ya se veía a metros, tres veces nos tiramos de que “wey ya llegamos” y nada, caminábamos, caminábamos, subíamos y no se le veía fin. Alguien del grupito dijo que una bruja nos estaba siguiendo y nos encandiló y por eso nos perdimos”, contó.
Finalmente, decidieron detenerse en un árbol donde podían permanecer a salvo de la pendiente donde estaban, pues tampoco podían descender. El clima tampoco ayudó, pues tuvieron que cavar con sus manos para poder hacer una fogata para calentarse y comer algo.
A la mañana siguiente, lograron regresar fácilmente al punto de partida, lo que les resultó desconcertante ya que la ida parecía interminable y caótica. Todos coincidieron en que parte de la experiencia quedó como un sueño borroso del que apenas tienen memoria.
“Al otro día afortunadamente pudimos regresar y fue de “¿cómo pudimos perdernos?”, es que caminamos horas y horas y de regreso fue muy rápido y simple; nos preguntamos qué habría pasado. Todos tenemos como que esa parte de ese tiempo como en un sueño, como borroso, no sabemos en qué momento llegamos a donde llegamos o en qué momento nos salimos del sendero”, indicó.
Las reacciones
El video de Madeinhellx sobre su inquietante experiencia en la Sierra de Guadalupe provocó una avalancha de comentarios y testimonios en TikTok, donde numerosos usuarios compartieron sus propias vivencias paranormales en la misma zona.
Varios usuarios afirmaron haber visto figuras inquietantes, como personas desnudas bailando y flotando en el cerro de Coacalco, o bolas de fuego en la oscuridad de la noche. Un usuario recordó haber observado estas luminosas esferas desde el cerro de Tultepec, lo que coincide con las leyendas sobre brujas y otros seres sobrenaturales.
Otros testimonios apuntan a la presencia de duendes y fenómenos extraños cerca de la sierra. Los comentarios revelan que no son eventos aislados, sino que forman parte de una serie de sucesos paranormales experimentados durante años por los habitantes de la zona. Un usuario recordó haber escuchado los llantos de “La Llorona” cuando salió de madrugada con su madre, intensificando el misterio que rodea a la Sierra de Guadalupe.