El pan dulce es sin duda una de las preparaciones más icónicas de México y una pieza clave de la gastronomía nacional. Es casi una tradición entre las familias mexicanas desayunar o cenar pan dulce con una taza de leche o de café.
Cuernitos, conchas, marranitos, rollos de mermelada de piña o de fresa, donas de chocolate, moños, rejas o el famoso de muerto, el pan mexicano es diverso y delicioso. Taste Atlas, la enciclopedia gastronómica que califica platillos del mundo le da al pan dulce mexicano la calificación de 4 estrellas de 5 y lo describe de esta manera:
“Esta variedad de pan dulce es un alimento básico en la cocina mexicana. Tiene numerosas subvariedades, por lo que cada pan dulce suele tener un nombre asociado a su aspecto visual, como conchas, puerquitos o marranitos, ojo de buey, canastas, cuernos y espejos”.
“El pan dulce comenzó cuando los españoles trajeron trigo a México durante la conquista y un virrey mojó su pan en una taza de chocolate caliente. La gente de México quedó enganchada instantáneamente y luego comenzó a establecer su tradición de panadería, donde adoptaron numerosas técnicas francesas para hacer masa”.
Y añade: “Comenzaron a agregarle sus propios ingredientes como harina de maíz, chocolate, vainilla, guayaba, piña y camote. Hoy en día, el pan dulce es una tradición que comúnmente se disfruta con una taza de chocolate caliente o café, comprado para merienda en numerosas panaderías locales de propiedad familiar”.
Además, Taste Atlas indica la mejor panadería que hay en México, ubicada en la alcaldía Cuauhtémoc. Se trata de la Panadería Rosetta y esta es la dirección exacta: Colima 179, Roma Nte., Cuauhtémoc, 06700 Ciudad de México, CDMX.
Este es el pan dulce considerado como el más rico de México
Según Taste Atlas, el pan de dulce mexicano más rico de todo el país es el “marranito”. Los marranitos, también conocidos como puerquitos o cochinitos, son un tipo de pan dulce muy popular en México. Su nombre se debe a su peculiar forma de cerdito, y son especialmente comunes en las panaderías tradicionales.
El pan de marranitos se distingue por su sabor a piloncillo (un tipo de azúcar moreno no refinado) y su textura densa y suave. Los ingredientes típicos incluyen harina de trigo, piloncillo, manteca, huevos, canela y algunas veces anís. La preparación básica implica mezclar estos ingredientes hasta obtener una masa homogénea, que luego se estira y se corta con un molde en forma de cerdito antes de hornearse.
La combinación del piloncillo y las especias da como resultado un sabor dulce y ligeramente especiado, que hace de los marranitos una delicia tanto para desayunar como para acompañar una taza de café en la tarde. Su aspecto y sabor los convierten en una opción querida y nostálgica para muchos mexicanos.
Otro de los panes más ricos es el pan de muerto. Tradicionalmente preparado y consumido durante la festividad del Día de Muertos, este pan tiene un sabor distintivo y una gran carga cultural.
El pan de muerto es una especie de pan redondo decorado con formas de huesos y, a menudo, espolvoreado con azúcar. Su receta incluye ingredientes como harina, huevos, mantequilla, azúcar, levadura y, en algunas variaciones, se añade ralladura de naranja o esencia de azahar, lo que le da un aroma y sabor únicos.
Su textura es esponjosa y suave, y su sabor ligeramente dulce lo convierte en un acompañamiento perfecto para una taza de chocolate caliente o café. El pan de muerto no solo es delicioso, sino que también simboliza la conexión con los seres queridos que ya no están, lo que lo hace aún más especial en la cultura mexicana.