Durante las obras del Tren Maya se descubrieron los restos del primer ferrocarril de vapor del gobierno de Porfirio Díaz, cuya ruta conectaba con las haciendas henequeneras del norte de Campeche y Mérida, Yucatán.
Durante el porfiriato el “Ferrocarril de Mérida a Campeche”, también conocido como “El carril” era trascendente para la región, alcanzando su esplendor en las primeras dos décadas del siglo XX, periodo en el cual contribuyó al desarrollo económico y social de la región, permitiendo una mejor integración del sureste con el resto del país.
El director general del INAH, Diego Prieto Hernández, señaló en la conferencia mañanera de este lunes que también presentaron otros importantes hallazgos en el Tramo 2.
“Se han descubierto vestigios significativos como el Camino Real, que unía las ciudades de Campeche y Mérida. También se ha encontrado un leguario, un monumento de mampostería que marcaba las leguas”, declaró Prieto Hernández.
Durante el mandato de Porfirio Díaz, el henequén representaba la fuente principal de riqueza y desarrollo económico en la región de Yucatán. Su cultivo y procesamiento generaban grandes ingresos por la exportación y empleo masivo, consolidando a Yucatán como un centro económico importante gracias a este producto conocido como “oro verde”.
El ferrocarril es uno de los principales legados de Díaz, pues bajo su gobierno se expandió significativamente la red ferroviaria en todo el país, facilitando el comercio, la comunicación y el desarrollo económico del país.
El Tren Maya revela vestigios en el Tramo 2
Además, durante las obras del “Jaguar rodante” se identificaron elementos de infraestructura del siglo XX, iniciados durante el mandato presidencial de Lázaro Cárdenas del Río. Estos hallazgos han permitido a los arqueólogos trazar una línea temporal del desarrollo económico y social de la región, explicó el titular del INAH.
Así, diversas modificaciones del paisaje en la región campechana fueron registradas durante las tareas de salvamento arqueológico realizadas por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH). Estos trabajos se desarrollaron en el marco de la construcción del Tramo 2 del Tren Maya, que abarca una distancia de 235 kilómetros entre Escárcega y Calkiní.
El Tren Maya, un ambicioso proyecto de infraestructura, ha revelado no solo vestigios del pasado, sino también otra serie de señales históricas significativas. Entre estos
Los trabajos arqueológicos han contado con la colaboración de múltiples entidades, agregó..
“Como resultado de los esfuerzos conjuntos entre la Secretaría de Cultura federal, a través del INAH, el Fondo Nacional de Fomento al Turismo y otras entidades gubernamentales, con el apoyo del consorcio Carso, se ha llevado a cabo un rescate pormenorizado de toda esta evidencia material”, detalló Prieto Hernández.
Enfatizó que esta colaboración ha sido crucial para preservar y rescatar el patrimonio histórico. Afirmó tajantemente que es falso que se esté destruyendo patrimonio histórico o cultural. “Es completamente falso, como han asegurado algunos medios, que haya alguna clase de destrucción del patrimonio histórico o cultural”, afirmó.
Las operaciones de salvamento arqueológico, lideradas por el INAH, representan esfuerzos significativos para salvaguardar la historia y proporcionar contexto al entorno contemporáneo.