Este es el hábito que hay que “activar” para preservar la memoria y evitar el deterioro cognitivo

Con el paso del tiempo existen muchas funciones del cuerpo que pueden comenzar a fallar y si bien solemos notarlo más en el aspecto físico, lo cierto es que dicho deterioro también ocurre a nivel cognitivo.

Es así que una importante función que suele verse afectada con la edad es la memoria, la cual si bien es un proceso natural que comience a fallar, lo cierto es que existen maneras de retrasar este proceso de envejecimiento.

En particular, existe un importante hábito que se ha demostrado que es vital para prevenir el deterioro del cerebro y sus funciones.

Nos referimos al ejercicio, el cual, aunque parezca que no guarda relación, en realidad ayuda a fortalecer diversos factores en el organismo que son vitales para mantener las funciones cognitivas en optimas condiciones.

Es por eso que aquí te decimos cuál es el impacto que tiene el ejercicio en la salud del cerebro y sus funciones.

El ejercicio físico ofrece numerosos beneficios para la salud cognitiva y la memoria, respaldados por una amplia gama de investigaciones científicas. A continuación se describen algunos de los principales efectos positivos:

• Mejora del flujo sanguíneo cerebral: El ejercicio aumenta el flujo sanguíneo, lo que mejora la oxigenación y el suministro de nutrientes al cerebro, favoreciendo su funcionamiento óptimo.
• Producción de nuevas neuronas: El ejercicio regular promueve la neurogénesis, especialmente en el hipocampo, una región del cerebro fundamental para la memoria y el aprendizaje.
• Ayuda a liberación de factores neurotróficos: El ejercicio estimula la producción de BDNF, que apoya la supervivencia de las neuronas existentes y fomenta el crecimiento de nuevas conexiones neuronales, mejorando la plasticidad cerebral.
• Reducce del estrés y ansiedad: La actividad física ayuda a reducir los niveles de cortisol, una hormona del estrés, y promueve la liberación de endorfinas, mejorando el estado de ánimo y reduciendo síntomas de ansiedad y depresión, factores que pueden interferir con la función cognitiva.
• Mejora del sueño: El ejercicio regular contribuye a un sueño de mejor calidad, esencial para la consolidación de la memoria y el mantenimiento de las funciones cognitivas.
• Memoria declarativa y espacial: El ejercicio aeróbico se ha asociado con mejoras en la memoria declarativa y espacial, ayudando a recordar información y orientarse en el espacio físico.
• Prevención del deterioro cognitivo: La actividad física regular puede reducir el riesgo de desarrollar enfermedades como el Alzheimer y otras formas de demencia, al mantener la salud cerebral y cognitiva en buen estado.

Incorporar el ejercicio físico en la rutina diaria no solo mejora la salud general, sino que también tiene un impacto significativo en la función cerebral, la memoria y la salud cognitiva a largo plazo.

Estos son otros factores que ayudan a mantener la salud cognitiva

• Nutrición: Dietas ricas en antioxidantes, ácidos grasos omega-3 y vitaminas son beneficiosas para la salud cerebral.
• Estimulación mental: Participar en actividades cognitivamente desafiantes protege contra el deterioro cognitivo.
• Interacción social: Mantener relaciones sociales activas promueve la salud mental y cognitiva.
• Control de enfermedades: Manejar condiciones crónicas y mantenerse al día con revisiones médicas.

Cabe mencionar que una buena salud cognitiva permite realizar tareas cotidianas, mantener la independencia y disfrutar de una mejor calidad de vida.

Mantenerse cognitivamente activo puede reducir el riesgo de enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer y la demencia.