Si hay una película mexicana que define el inicio de la década del 2000 es sin duda Amores Perros, el filme que consolidó a Alejandro G. Iñárritu como uno de los grandes cineastas nacionales. La cinta enamoró a las audiencias por su particular estilo narrativo y su realismo.
Protagonizada por Gael García Bernal, la cinta obtuvo reconocimiento internacional, premiaciones de todas partes del mundo y significó el inicio de la carrera de un director que llegó hasta Hollywood. La trama de Amores Perros está ambientada en la Ciudad de México y, por ende, muchas de sus locaciones se encuentran en la capital del país.
Una de las cualidades que más llamaron la atención de Amores Perros fueron sus crudas escenas de peleas entre caninos. Cabe mencionar que, pese al impresionante realismo de los enfrentamientos, ninguno de los perritos resultó herido, en parte gracias a las técnicas cinematográficas utilizadas por Iñárritu.
La casa donde se grabaron estas peleas se encuentra en la alcaldía Miguel Hidalgo, específicamente en el número 10 de la Privada de las Flores, en la colonia Huichapan. Ha pasado el tiempo y aunque la fachada tiene algunos cambios, sigue manteniendo la estética que vimos todos en la película.
Cabe mencionar que también fueron filmadas algunas secuencias en la azotea de este inmueble, donde Octavio, personaje de Gabriel García Bernal, comienza a planear la carrera de su perro como luchador.
¿De qué trata ‘Amores Perros’? Tres historias que se vuelven una
Amores Perros, una película dirigida por Alejandro González Iñárritu y estrenada en el año 2000, se compone de tres historias entrelazadas que convergen a raíz de un accidente automovilístico en la Ciudad de México. Cada una de estas historias aborda distintas facetas de la vida y la condición humana, explorando temas como el amor, la traición, la culpa y el destino.
La primera historia sigue a Octavio, un joven que está enamorado de Susana, la esposa de su hermano Ramiro. Para poder escapar de la difícil situación económica y emocional en la que se encuentran, Octavio decide involucrarse en el oscuro mundo de las peleas de perros, utilizando a su rottweiler Cofi para ganar dinero. Su esperanza es reunir suficiente dinero para huir con Susana y dejar atrás la vida de violencia y pobreza. La situación se complica cuando Ramiro descubre sus planes, desatando una serie de eventos que culminan en el mencionado accidente automovilístico.
La segunda historia se centra en Daniel y Valeria. Daniel es un editor de revistas que ha dejado a su familia para vivir con Valeria, una modelo de reconocimiento nacional. Tras el accidente, Valeria resulta gravemente herida y su vida cambia drásticamente al quedar incapacitada. La pareja debe enfrentarse a nuevos desafíos y tensiones en su relación, mientras Valeria lucha por adaptarse a su nueva realidad. La pérdida de su carrera como modelo y la aparición de un perro atrapado debajo del suelo de su departamento añaden más conflictos a su ya complicada vida.
La tercera y última historia sigue a El Chivo, un ex guerrillero que ahora vive como un asesino a sueldo mientras trata de redimirse y reconectar con su hija Maru, a quien abandonó años atrás. El Chivo presencia el accidente automovilístico y rescata al perro herido de Octavio, Cofi. A través de su conexión con Cofi y una serie de eventos que lo llevan a reconsiderar su vida, El Chivo decide tomar acciones para enmendar sus errores pasados y buscar una forma de redención.
Amores Perros presenta un crudo y realista retrato de la vida urbana en México, entrelazando las historias de sus personajes y revelando cómo sus destinos están interconectados. La película ofrece una reflexión profunda sobre la naturaleza humana y las diferentes formas en que el amor puede manifestarse y ser distorsionado.