Hace casi 200 años, México fue testigo de un hito histórico en el mundo de la fotografía: la captura de la primera imagen fotográfica en el país.
Esta fotografía, tomada en 1839 por un grabador francés, no solo marcó el inicio de una nueva era en la documentación visual, sino que también abrió las puertas a un medio que transformaría la manera en que se narran los eventos históricos y se guardan los recuerdos.
El impacto de esta primera imagen va más allá de su valor técnico; representa el comienzo de una rica tradición fotográfica en México.
Qué capturó en la primera fotografía
El 3 de diciembre de 1839 llegó al puerto de Veracruz un antiguo buque de guerra llamado Flore, proveniente de Francia. Este evento, que era muy común en el puerto, marcó un hito en la historia de la fotografía.
“Su arribo en esta fecha sería un día muy distinto al de muchos otros para el arte mexicano. Entre sus viajeros volvía el comerciante Jean Francois Prelier, quien era un conocido grabador en la capital (de la calle de Plateros No. 9)”, escribió en un artículo de 1990 José Antonio Rodríguez, subdirector del Museo Estudio Diego Rivera del INBA.
Prelier traía consigo un novedoso aparato que se había presentado poco tiempo antes en París y cuasó furor entre la élite de científicos europeos, el daguerrotipo.
El 12 de enero de 1840 El Diario del Gobierno de la República Mexicana publicó “hemos tenido el placer de haber visto aquí en estos últimos días y en el mismo espacio de tiempo, varios experimentos del daguerrotipo traído por M. Prelier, de cuyo aparato y mecanismos hemos sido testigos”.
Algunos de los paisajes que se registraron mediante daguerrotipo fueron El Palacio de armas y los edificios que lo rodeaban y la calle Real; sin embargo, serían el convento de San Francisco y el Castillo de San Juan de Ulúa lo que se reflejaba en la primera fotografía que tomó el grabador francés.
Prelier viajó a la capital del país para fotografiar la Catedral Metropolitana el 26 de enero de 1840 y con ello, la popularidad del aparato creció. Muchos comerciantes mexicanos y extranjeros lo adquirieron y pronto se creó el oficio de fotógrafo o daguerrotipo.
“Del extranjero también llegaron otros fotógrafos que instalaron sus incipientes estudios en las cosmopolitas calles de la capital, o sea San Francisco, Plateros, Monterrillas y Tacuba” menciona el artículo de 1990.
Algunos de los anuncios que se podrían encontrar respecto a este novedoso servicio mencionan que la fotografía se tomaba en tres minutos y que el costo era de ocho pesos, una suma de dinero elevada para la época, y que sólo podía ser costeada por una pequeña parte de la población mexicana.
¿Qué es un daguerrotipo?
El daguerrotipo, creado por el francés Louis Daguerre en 1839, es la primera técnica fotográfica utilizada para capturar imágenes con una cámara, con una resolución y claridad notables, de acuerdo con el Servicio de Información y Noticias Científicas (SINC) de la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología.
“Para tomar la ‘fotografía’ o daguerrotipo se usaba una placa de cobre recubierta de plata pulida, que se hacía fotosensible mediante vapores de yodo, bromo y cloro”, menciona SINC.
Posteriormente, se introducía en una cámara oscura y se exponía a la luz, lo que facilitaba la formación de nanopartículas de plata de entre uno y dos nanómetros. Durante el revelado con mercurio, estas partículas crecían hasta alcanzar los 100 nanómetros. Finalmente, la imagen se fijaba al sumergir la placa en una solución acuosa de tiosulfato.
Para tomar la fotografía la persona debía mantener una pose entre tres y quince minutos, pues dependía de las condiciones de luz del ambiente en el que se encontraba.