Dos miembros del Consejo Indígena y Popular de Guerrero ‘Emiliano Zapata’ (CIPOG-EZ), identificados como María de Jesús Pasado Margarito (43 años) y Alberto Verales Tepetitla (32 años) fueron asesinados en Chilapa días después de que el grupo criminal de Los Ardillos enviara una serie de amenazas contra representantes de la organización.
De acuerdo con un comunicado emitido por el Congreso Nacional Indígena, María de Jesús y Alberto viajaban en una camioneta blanca, tipo pick up, sobre la carretera Chilapa - Atzacoaloya con destino a la cabecera municipal. Sin embargo, alrededor de las 08:49 horas del 18 de julio, cuando recién entraban a Chilapa, fueron acribillados por sujetos armados.
María de Jesús era originaria de la comunidad de Alcozacán, mientras que su ahijado Alberto, promotor del CIPOG-EZ, era oriundo de la comunidad de Buenavista.
“Queremos destacar que donde fueron asesinados nuestra hermana María de Jesús y Alberto Verales es un lugar en el que hay presencia de la Guardia Nacional así como del la Secretaría de la Defensa Nacional; evidentemente también hay policías municipales, estatales y ministeriales, pero eso es igual a nada, pues muchos de éstos elementos trabajan para la delincuencia”, denunció el Consejo a través de un comunicado.
El crimen ocurrió apenas tres días después de que Francisco Vázquez Mendoza y Jesús Plácido Galindo —ambos miembros del CIPOG-EZ— recibieron múltiples llamadas telefónicas de un mismo número, en las que su interlocutor advirtió con “partirles la madre” y les dijo que “los tienen ubicados”.
“Queremos dejar claro que estamos solos, solas, que el Estado nos ha abandonado a nuestra suerte, que nos deja en manos de la delincuencia, tal como ocurre en Chiapas, Michoacán, Guanajuato, Colima, Oaxaca, Estado de México y en prácticamente todo el país”, sostienen integrantes de la organización en el pronunciamiento con el que dieron a conocer la doble ejecución.
Según sus consideraciones, los actos de violencia ligados al crimen organizado en la región tendrían el objetivo de “limpiar territorios e imponer megaproyectos de muerte”. En este sentido, el CIPOG-EZ expuso que en los últimos años han sido asesinados 56 de sus miembros, mientras que 21 se mantienen en calidad de desaparecidos.
“Seguimos haciendo responsables de estas muertes y de lo que pueda ocurrir en las siguientes horas y días al presidente municipal de Chilapa [Aldy Esteban Román], a Evelyn Salgado gobernadora del estado de Guerrero y al gobierno federal encabezado por Morena. Nos mantenemos en alerta máxima frente a estos ataques; aquí seguimos con nuestra historia de resistencia y nos mantendremos firmes, por la vida de nuestras comunidades”, puede leerse al final del comunicado del Consejo, compartido en su cuenta de Facebook.