Sin duda todos hemos probado las semillas de calabaza, también conocidas como pepitas, que no son más que las semillas comestibles extraídas de la calabaza.
Estas, además de ser consideradas como un delicioso snack, son ricas en nutrientes, contienen proteínas, grasas saludables, fibras, vitaminas y minerales, como magnesio, hierro y zinc. Pueden consumirse crudas, tostadas o añadidas a una variedad de platos, como ensaladas, panes y postres.
Su consumo está asociado a beneficios para la salud, como la mejora de la salud cardiovascular, el fortalecimiento del sistema inmunológico y el apoyo a la función cerebral, por lo que ayudan a prevenir diversas enfermedades, como las que te contamos a continuación.
Cuáles son las enfermedades que ayuda a prevenir el consumo de semillas de calabaza
Las semillas de calabaza, ricas en nutrientes esenciales, pueden ayudar a prevenir diversas enfermedades.
- Enfermedades del corazón: Su contenido de magnesio es prominente, lo que contribuye a la salud cardiovascular al regular la presión arterial y mejorar la función del corazón.
- Fortalece las defensas: El zinc presente en las semillas apoya el sistema inmunológico, lo que ayuda a prevenir infecciones y fortalecer las defensas del organismo.
- Enfermedades crónicas: Estas semillas también son una fuente importante de antioxidantes, como la vitamina E, que protegen las células del daño oxidativo y reducen el riesgo de enfermedades crónicas.
- Enfermedades de la próstata: Los fitoestrógenos en las semillas de calabaza pueden equilibrar las hormonas y contribuir a la salud prostática en los hombres, reduciendo el riesgo de hiperplasia prostática benigna.
- Enfermedades digestivas: El alto contenido de fibra de las semillas de calabaza favorece la salud digestiva, previniendo el estreñimiento y promoviendo un tracto gastrointestinal saludable. Además, la combinación de fibra y grasas saludables puede ayudar a regular los niveles de azúcar en sangre, reduciendo el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2.
- Enfermedades inflamatorias: El ácido linoleico y los ácidos grasos omega-3 que se encuentran en las semillas de calabaza pueden combatir la inflamación en el cuerpo, lo que resulta beneficioso en la prevención de enfermedades inflamatorias y autoimunes, como la artritis reumatoide.
- Combate el insomnio: el contenido de triptófano en las semillas puede mejorar la calidad del sueño y el estado de ánimo, al ser precursor de la serotonina, un neurotransmisor esencial.
Cómo incluir las semillas de calabaza en tu dieta
Las semillas de calabaza pueden incluirse en la dieta de diversas maneras:
- Rociadas sobre ensaladas: Agrega un puñado de semillas de calabaza tostadas a tus ensaladas para darles un toque crujiente y nutritivo.
- Batidos y yogures: Mezcla semillas de calabaza en tus batidos o yogures para añadir proteínas y grasas saludables.
- Panadería: Incorpora semillas de calabaza en masas de pan, muffins o galletas para una textura interesante y un valor nutricional añadido.
- Sopas y cremas: Úsalas como un topping para sopas y cremas, enriqueciendo su sabor y contenido nutricional.
- Snacks: Las semillas de calabaza tostadas con un poco de sal o especias pueden ser un snack saludable y fácil de llevar.
- Granola y cereales: Mézclalas en tu granola casera o agrégalas a tus cereales matutinos para un desayuno más completo.
- Salsas y pestos: Tritura las semillas de calabaza para incluirlas en salsas y pestos, agregando una textura y sabor únicos.
- Arroz y quinoa: Añade semillas de calabaza tostadas a platos de arroz o quinoa para un aporte extra de nutrientes.
Incorporar semillas de calabaza en tu dieta no solo es sencillo, sino también beneficioso para la salud, gracias a su alto contenido de nutrientes.