“Me emociona mucho ser la primera mujer en liderar el Instituto México”, expresó Lila Abed con una sonrisa desde Washington sobre su reciente nombramiento que el Woodrow Wilson Center —uno de los think tanks más prestigiosos e influyentes en Estados Unidos (EEUU)— dio a conocer en días recientes.
En entrevista con Infobae México, la analista internacionalista abordó los principales ejes a partir de los cuales buscará fortalecer la relación entre México y EEUU, tomando como base los temas prioritarios de la agenda bilateral de ambos países, tales como la seguridad, la migración y el comercio.
Abed vivió, creció y estudió en ambos lados de la frontera. En el Boston College se formó en el ámbito de las Relaciones Internacionales y su maestría la cursó en la Universidad de Georgetown. Además de su trayectoria académica, también se desempeñó profesionalmente en el Gobierno de México.
En la entonces Procuraduría General de la República (PGR), Lila Abed fungió como directora general de Cooperación Internacional. En la Cámara de Diputados trabajó para la Comisión de Relaciones Exteriores, además de colaborar en medios de circulación nacional.
En EEUU, cuando laboraba como corresponsal de la Casa Blanca para el medio NTN24, Abed recibió una invitación para unirse al Instituto México del Wilson Center. Fue directora adjunta durante dos años (puesto que tuvo hasta marzo de 2024). A principios de abril fue designada como directora interina. Durante este tiempo pudo observar cómo funciona el Instituto y conocer sus virtudes y desafíos, hasta que llegó la oportunidad de ser la directora general.
“Fue un momento personalmente interesante tomar las riendas de un Instituto tan importante (...) Me emociona mucho ser la primera mujer en liderar el Instituto México. No solamente soy la primera mujer en tener una filiación con México, tengo la doble nacionalidad. Nací en Estados Unidos pero tengo la nacionalidad mexicana (...) Es un reto mayor, pero creo que no hay momento más importante que ahora para tratar de fortalecer la cooperación entre México y Estados Unidos”, señaló Abed sobre su reciente nombramiento.
-¿De qué manera el Wilson Center contribuye a un conocimiento mutuo entre Estados Unidos y México?
-El Wilson Center en sí, como organización, recibe fondos del Congreso de Estados Unidos. Nosotros formamos parte oficial del gobierno federal de Estados Unidos; por ende, tenemos que compartir y rendir cuentas a los legisladores estadounidenses, a la Casa Blanca, al Departamento de Estado y a otras instituciones federales, y tratar de guiar y presentar opciones de cómo fortalecer la relación con México.
La misión del Instituto México es tejer lazos, crear puentes y desmentir muchas de las cuestiones políticas que a veces distraen de la gran actividad y cooperación que sí existe entre México y Estados Unidos.
El Wilson Center y el Instituto México son completamente apartidistas, nosotros no representamos a ninguna ideología política. Como recibimos fondos del Congreso de Estados Unidos (y está compuesto evidentemente por republicanos y demócratas), nuestra posición siempre es apartidista. Nuestra tarea es atraer a diferentes voces de los espectros políticos, o del sector privado, o de la academia, o de la sociedad civil, para hablar desde diferentes puntos de vista sobre el tema que estamos abordando para que la audiencia tenga un entendimiento comprensivo de la situación (...) Nuestra misión también es fortalecer la cooperación por medio de un diálogo abierto, investigaciones profundas y desarrollo de políticas públicas que podamos ofrecer a los actores clave en ambos lados de la frontera.
Seguridad, migración y comercio
A través de publicaciones e investigaciones científicas, conferencias y diálogos abiertos, el Instituto México generalmente aborda temas como asuntos fronterizos, tecnologías emergentes, Inteligencia Artificial, ciberseguridad, cambio climático, energías renovables, salud, entre otros. No obstante, siempre ha puesto énfasis en tres cuestiones: la seguridad, la migración y el comercio.
“Lo importante, y me parece también en cierto aspecto lo sencillo de la relación entre México y Estados Unidos, es que no tienes que inventar los temas. Independientemente de quién esté en la Casa Blanca y en Palacio Nacional, por cuestiones de interdependencia y por estar tan interconectados, los tres principales temas siempre son seguridad, migración y comercio. Ahora, cómo vas desmenuzando y en qué secciones o subsecciones te vas a enfocar, creo que eso sí es un ejercicio importante que tiene que hacer el director en turno. En mi caso son muy claras las partes en las que vamos a enfocarnos en los próximos años”, subrayó Lila.
“En temas de seguridad nos vamos a enfocar en las dos prioridades que han marcado tanto México como Estados Unidos bajo el marco Bicentenario, que reemplazó a la Iniciativa Mérida en 2021, que son el tráfico ilícito de armas provenientes de Estados Unidos hacia México —eso es para el gobierno mexicano—, y para el gobierno estadounidense es el combate al tráfico ilícito de drogas, particularmente los opioides sintéticos y obviamente el fentanilo por la gran crisis de salud pública que ha estallado por sobredosis en Estados Unidos.
En temas de migración no hay otro tema que pueda juntar más la necesidad de los dos gobiernos y la cooperación y coordinación de ellos. La migración ya no solo es un fenómeno bilateral, ni siquiera regional, ya implica a todo el mundo. México, hoy por hoy, no solamente es un país de tránsito para los migrantes; se ha convertido en un país de destino (...) La única manera de frenar esta tendencia, las caravanas migrantes que siguen llegando a la frontera sur de Estados Unidos y a la frontera sur de México, es teniendo una cooperación bilateral con una estrategia comprensiva regional, donde se tome en cuenta a los países que hoy tienen a la mayor cantidad de migrantes saliendo de sus países de origen.
En materia de comercio, es una historia de puro éxito. Desde que el T-MEC se implementó en 2020, que reemplaza al TLCAN, la región de América del Norte y el comercio entre México y Estados Unidos han aumentado sustancialmente. México se posicionó como el primer socio comercial de Estados Unidos en 2023, con comercio entre los dos países llegando un poco menos a los 800 mil millones de dólares. Esa es la importancia que hoy tiene México con Estados Unidos y la relación comercial”, explicó Abed.
Sheinbaum y la futura relación con Estados Unidos
La nueva directora del Instituto México del Wilson Center (organismo creado en 1968 en honor al vigésimo octavo presidente de Estados Unidos, Woodrow Wilson) aseguró que con la llegada de Claudia Sheinbaum a la presidencia de México, la relación con Estados Unidos se puede fortalecer más que con Andrés Manuel López Obrador (AMLO).
Explicó que esto se debe, en parte, a la formación académica de Sheinbaum, a su cercanía con el país vecino y a las designaciones en su gabinete presidencial, entre las que destacó a Marcelo Ebrard como secretario de Economía, a Omar García Harfuch como secretario de Seguridad Pública y a Lázaro Cárdenas Batel (que también formó parte del Wilson Center) como jefe de oficina de Presidencia. Sin embargo, advirtió que el principal desafío de la presidenta electa de México es posicionarse en la agenda política estadounidense.
“Con la llegada de la primera presidenta de México hay mucho optimismo en Estados Unidos de lo que puede hacer con México, de revitalizar la relación bilateral, de utilizar los mecanismos institucionales como el diálogo económico de alto nivel, el marco Bicentenario, la Cumbre de Líderes de América del Norte, entre otros, para seguir profundizando la comunicación entre los dos gobiernos.
Sin duda Claudian Sheinbaum ha dicho abiertamente que va a llevar el segundo nivel de la Cuarta Transformación. Desde luego ha mencionado que quiere avanzar los intereses del programa de gobierno que inició Andrés Manuel López Obrador. Dicho esto, Claudia Sheinbaum es sumamente diferente. Es científica, estudió física, es ingeniera ambiental. Vivió en Estados Unidos, tiene familia que vive en Estados Unidos. Es mucho más cercana y creo que entiende de manera mucho más profunda que Andrés Manuel López Obrador el tema de Estados Unidos. Eso me parece es un plus para el futuro en la relación bilateral. Pero más allá de eso, la plataforma política de Sheinbaum y los 100 puntos de Gobierno ofrecen varias pistas de ciertas cuestiones en donde se puede mejorar la relación entre México y Estados Unidos”, indicó Lila Abed.
-¿Cuál es el panorama que se tiene en Estados Unidos respecto a la llegada de Claudia Sheinbaum a la presidencia de México?
-La verdad es que no la conocen en Washington. Claudia Sheinbaum no ha venido, no vino durante la época electoral. Por supuesto que saben quién es en el sentido de que saben que es la próxima presidenta de México, pero hay muchas preguntas sobre lo que podemos esperar de su sexenio. En Estados Unidos se están preguntando, me imagino también en México, qué rol va a jugar Andrés Manuel López Obrador durante su sexenio, ¿va a influir en diferentes sectores que puedan tener un impacto en los intereses de Estados Unidos? ¿Qué tipo de política exterior va a hacer Claudia Sheinbaum? ¿Va a distinguirse, se va a diferenciar de su antecesor? ¿Qué tipo de acercamiento o qué tipo de coordinación va a tener con Estados Unidos? Yo creo que ahora las propuestas son muy buenas, el panorama se ve muy optimista, pero hasta que no tome las riendas de la silla presidencial difícilmente van a saber quién es.
Mi reto y el de Claudia Sheinbaum va a ser seguir poniendo a México sobre la mesa, traer temas de importancia que reflejan un riesgo o una oportunidad para los interés de Estados Unidos, invertir más en las sesiones interparlamentarias que se han frenado entre los legisladores mexicanos y estadounidenses que logran tejer estos lazos.
Claro que México es estratégico por cuestiones comerciales, geográficas, históricas, culturales, de seguridad, de migración con Estados Unidos, pero a pesar de ello los ojos no siempre están puestos en México. El reto es que eso no se pierda. Sin duda el primer desafío que tiene por delante Claudia Sheinbaum es que la conozcan.