El helicóptero Black Hawk de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) voló más de 900 kilómetros para trasladar a José Antonio Yépez Ortiz, alias “El Marro”, del penal de ‘El Altiplano’ en el Estado de México al Centro Federal de Readaptación Social (Cefereso) Número 14 en Gómez Palacio, Durango.
El peligroso líder criminal de Guanajuato y fundador del Cártel de Santa Rosa de Lima (CSRL) cumplirá el resto de su condena en el penal que se desplanta sobre el desierto del norte de México, cerca de la frontera entre Durango y Coahuila y a kilómetros de donde erigió su imperio de huachicol.
La nueva casa de “El Marro” es capaz de albergar a reos de alta peligrosidad que requieren un nivel máximo de seguridad. Quien fuera uno de los criminales más poderosos de Guanajuato dormirá en una de las celdas individuales del Cefereso Número 14.
“El Marro” dormirá en una cama dura de acero inoxidable, su lavabo, baño, escritorio, banco y repisa, son del mismo material; frente a él tendrá las rejas de una pulgada de acero de su celda, una de las 24 que hay en cada módulo.
El fundador del CSRL no podrá tener contacto con otros reclusos, será vigilado por más de 50 cámaras y 12 torres de vigilancia; “El Marró” estará dentro de paredes de 6 metros de altura y bajo resguardo de cuatro filtros de seguridad antes de poder entrar a la celdas.
El Cefereso 14 de Gómez Palacio, Durango, tiene capacidad para 2 mil 500 reclusos y será la próxima casa de “El Marro” justo cuando acaba de cumplir 10 años en operación, pues abrió sus puertas en marzo de 2014.
La nueva casa de “El Marro”
Dos años después de su inauguración, el Cefereso 14 de Durango se convirtió en el hogar de secuestradores, así lo informó el entonces Comisionado Nacional de Seguridad, Renato Sales Heredia.
Por sus niveles de seguridad, es considerada como una de las cárceles más duras del país, una situación que ha provocado suicidios y denuncias por presuntas extorsiones de parte de los custodios a los reos.
Conviene recordar que en julio de 2021 un reo decidió atentar contra su vida tras la dura vida detrás del Cefereso Número 14. El caso fue atendido por la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) porque se consideró que las autoridades penitenciarios no respetaron los derechos a la salud física y emocional de la víctima, quien en más de una ocasión manifestó deseos de quitarse la vida e intentó suicidarse previamente.
Pese a su alto nivel de seguridad, en el mismo 2021 se reportó una riña al interior del penal de Gómez Palacio; algunos reclusos con armas punzocortantes intentaron ingresar a otros módulos para atacar a los integrantes de un grupo criminal rival. En respuesta al actuar de los reos, personal de la Guardia Nacional y del Cefereso 14 realizaron una inspección en la que agredieron con gases lacrimógenos a los presos, los desnudaron, les quitaron sus artículos personales, cobijas y colchonetas y los dejaron incomunicados como “castigo”. Al final la CNDH determinó que se violaron los derechos de 672 reclusos.
Uno de los últimos eventos que involucra a los reos del penal de Gómez Palacio, Durango, estuvo relacionado con las elecciones presidenciales, pues el Instituto Nacional Electoral (INE) les permitió a 416 internos ejercer su derecho al voto.
Así es la nueva casa de “El Marro”, el criminal que construyó un imperio criminal con el robo de hidrocarburos y extorsiones, pero que vio la luz de la libertad por última vez en agosto de 2020, justo cuando tenía secuestrada a una empresaria y fuerzas federales lo capturaron en Guanajuato.